Lola López Mondéjar Psicoanalista y escritora
«El deseo sexual se está replegando»La entrevista ·
Ganadora del Premio Anagrama de Ensayo 2024 por 'Sin relato', dice que nos estamos convirtiendo en cíborgs psíquicos y en analfabetos afectivosLola López Mondéjar Psicoanalista y escritora
«El deseo sexual se está replegando»La entrevista ·
Ganadora del Premio Anagrama de Ensayo 2024 por 'Sin relato', dice que nos estamos convirtiendo en cíborgs psíquicos y en analfabetos afectivosUn crepitar extraño que le mantiene alerta sacude los sentimientos del lector que se adentra en las narraciones de la escritora y psicoanalista Lola López Mondéjar (Molina de Segura, 1958), dotada para retratar con hermosa ferocidad la felicidad y el horror que encierra la vida. ... La autora ha sido galardonada con el Premio Anagrama de Ensayo 2024 por su obra 'Sin relato. Atrofia de la capacidad narrativa y crisis de la subjetividad', de la que el jurado destacó «su intenso y polifónico diálogo con la filosofía, el psicoanálisis, el cine y la literatura para explicarse las causas y las consecuencias de una enfermedad cuya propagación y universalización constata a diario en la práctica clínica: la dificultad de contarse y explicarse». Es tajante: «No creo que merezca la pena vivir sin el arte; en mi caso, primordialmente sin la literatura, como lectora y como escritora. El mundo, sin la locura del arte, sería lúgubre y muy aburrido». A veces, luce como anillo un caracol de plata que agita en el aire como si dibujase con él un baile cuyos pasos sólo ella conoce, porque a López Mondéjar le gustan los secretos, aprender en todo momento y coquetear.
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- ¿Qué nos hace humanos?
- Las condiciones que se dan para que seamos los humanos que hoy conocemos tienen que ver, sobre todo, con una crianza hecha por humanos; es decir, haber sido educados en una socialización construida por humanos, donde es fundamental el ejercicio del lenguaje, que implica contar con una capacidad reflexiva y también con la empatía. Y el problema es que, precisamente, esas tres características de lo humano, ahora en peligro con la digitalización, empezaron a estarlo con la aceleración que trajo consigo la profunda industrialización de después de la Segunda Guerra Mundial.
- ¿Por qué?
- Porque han cambiado las condiciones de socialización de los seres humanos; es decir, antes la fuente de socialización fundamental la formaban la familia y la escuela, de una manera presencial y mediante un lenguaje que se aprendía con el apoyo de personas que podían transmitir las connotaciones de las palabras, la importancia de los silencios, de las inflexiones...; esa condición ha cambiado y, ahora mismo, la socialización se hace en un entorno mayoritariamente digital. Vivimos rodeados de pantalla, pasamos la mayor parte de nuestro tiempo libre delante de ellas y aprendemos el lenguaje, sobre todo, a través de las máquinas. Y por lo tanto se pierden las connotaciones de la lengua. Nos vamos vinculando con un lenguaje muy parecido al que utilizan los 'chatbots', la Inteligencia Artificial (IA)... Un lenguaje que está formado por los datos de todos los artículos y todas los intercambios humanos, de donde extrae su capacidad de reproducir mensajes; un lenguaje que en el fondo no sabe lo que dice.
- ¿En qué cree que nos estamos convirtiendo?
- En cíborgs psíquicos, porque el modo de funcionamiento digital se está trasladando a nosotros mismos; nuestro lenguaje está cambiando y se está atrofiando nuestra capacidad narrativa. Por otro lado, estamos aprendiendo formas de relación en las que, como sucede en las pantallas, hay un anhelo de que no se produzca la fricción; queremos relaciones fáciles e intuitivas, pero descartamos la fricción. Ese anhelo de no-fricción, que marca el éxito de las plataformas digitales, se está trasladando a la vida, a las relaciones humanas, que buscan la huida del conflicto y de la fricción, cuando la fricción produce espacios creativos.
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- ¿A qué llama analfabetos afectivos?
- Los analfabetos afectivos no somos capaces de detectar los sentimientos en el otro, y eso reduce nuestra empatía y nos hace propensos al odio, nos polariza y divide nuestra vida social atendiendo a buenos y malos; también nos hace incapaces de comprender los matices de la complejidad de la realidad y la clasificamos de forma binaria, en positiva y negativa.
- ¿A quiénes está afectando más esta situación?
- A todos nos afecta en mayor o menor grado, pero creo que los jóvenes son los que están sufriendo más este fenómeno. Por ejemplo, fijémonos en las relaciones interpersonales que se dan en las plataformas para ligar, donde se busca un otro que encaje perfectamente en las expectativas que yo deposito sobre ese otro, y si no encaja en esas expectativas lo desecho. También sucede que los cánones estéticos están muy marcados en esas plataformas, en las que se da una importancia enorme a la apariencia, a la imagen, en detrimento justamente de lo afectivo, de la calidad humana de la otra persona, a la que se desecha de forma muy rápida.
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- Lamenta usted la existencia de tanto ciudadano acrítico, que ya llega al colmo cuando se niega a asumir la responsabilidad de sus actos.
- A lo largo del tiempo, hemos asistido a una progresión de la individualidad anclada en lo que llamo identidades miméticas, identidades por las que todos pasamos porque todos nos construimos en base a la imitación, al aprendizaje hereditario, al aprendizaje imitativo. Pero, digamos que hasta finales del siglo XX existía en nuestra sociedad el ideal de la formación, de la educación, del aprender a pensar, del 'conócete a ti mismo'...; ese ideal nos iba llevando a abandonar esa identidad mimética, interrogándola y analizándola, a la vez que íbamos creándonos un pensamiento crítico propio y una identidad narrativa; una identidad capaz de autoconciencia, de pensamiento crítico, de interrogarse sobre lo dado por hecho y de construir creativamente una subjetividad. Y eso se ha detenido.
- ¿Detenido?
- Digamos que ese ideal está desapareciendo de nuestro horizonte, porque ese ideal de saber en todos los terrenos se ha convertido en un elogio de la ignorancia, que predomina. Parece que saber es peligroso, incluso molestan los que saben, ¿no? Es mejor cerrar los ojos, ser ignorante y quedarnos en esa identidad mimética de individuos guiados desde fuera, cuando lo que nos guía ahora son, en gran parte, las redes sociales, los youtubers, tiktokers y los populismos, que aprovechan esta simplificación para darnos eslóganes muy simples que, aparentemente, explican la realidad, una realidad construida para individuos extremadamente manipulables.
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- ¿Qué alimenta esa manipulación masiva?
- Una de las cosas es la aceleración, porque pensar necesita tiempo. Estamos en un mundo donde hay muchísima información y muy poco conocimiento. Faltan tiempo y conocimiento. Es un mundo cada vez más complejo que, sin embargo, lo abordamos como quieren las grandes empresas digitales, las plataformas digitales: de manera simple para así convertirnos uniformemente en grandes consumidores y extraer beneficios de nosotros y de nuestra atención.
- ¿Y qué está sucediendo con eso que denominamos inteligencia?
- Ya está confirmando que se ha perdido inteligencia con el uso de las redes sociales; y, disminuye, precisamente, porque disminuye el vocabulario, el lenguaje, disminuye la empatía y la capacidad de identificar nuestras emociones por nosotros mismos, porque nos las identifican desde fuera. Pensamos menos por nosotros mismos y asumimos más pensamientos de otros. Y no sólo se está produciendo un descenso de la inteligencia, sino también del deseo, al trasladar a las redes sociales el ya citado anhelo de no-fricción y al estar produciéndose un consumo masivo de pornografía; curiosamente, es entre los jóvenes donde más observamos esta caída del deseo.
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- La dignidad humana.
- Al estar convirtiéndonos en zombies afectivos, nos cuesta menos trabajo despojar al otro de humanidad, e incluso le quitamos derechos que han sido una conquista para la Humanidad, como el derecho a la presunción de inocencia, por ejemplo; sin presunción de inocencia, abocamos a la muerte civil.
- ¿Qué hacer frente a esos niveles de estupidez que permiten el consumo disparatado de bulos?
- Es increíble y muy peligroso lo que está pasando, que no es ajeno a ese fenómeno de amor por la ignorancia que está tan extendido. Es la propia democracia la que peligra entre tanta mentira asumida, entre tanto descrédito de lo científicamente probado, entre una demagogia que lo contamina todo. Trump llegó a decir que en Springfield los inmigrantes haitianos se comían a los perros y los gatos. Se ha convertido de nuevo en presidente de Estados Unidos, porque millones de personas le han votado, un hombre que miente de un modo escandaloso, que es un delincuente y que fomenta el odio sin ningún impedimento moral. Hay una parte de este hecho que creo que escapa a cualquier explicación, y ante el que queda humillada nuestra capacidad cognitiva. Está bien, fijémonos: Trump se propone como un antisistema mientras que Kamala Harris era el sistema, con lo cual la gente cansada de la pobreza, por ejemplo, dejándose guiar por promesas falsas de que van a entrar en la edad de oro de América, le vota a él. Pero, vamos a ver, si son precisamente las personas con menos ingresos las que más van a sufrir las políticas de Trump, que va a gobernar para los ricos. Es incomprensible, y tiene que ver con esta gran ignorancia a la que me refiero.
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- ¿Qué le causa especial desasosiego?
- El desprecio del pensamiento es terrible, como asistir a casos en los que el derecho internacional se está viendo pisoteado, como en el caso de Israel en Gaza y en Líbano. Me desasosiega el mundo que observo en la última etapa de mi vida, un mundo que me habla del fracaso de una generación, la mía, que luchó contra el franquismo y a favor de los derechos sociales, también hoy en peligro. Personalmente vivo un momento de mucha felicidad y de estabilidad, pero me da miedo el futuro que vamos a dejar a las generaciones venideras; no tengo nietos, pero es que tampoco deseo tenerlos porque creo que sufriría viéndolos abocados a una precariedad económica extrema, a la inseguridad laboral y a un desastre medioambiental que estamos ya sufriendo.
- ¿Qué nos propone hacer?
- Volvamos a explorar nuestra relación con los otros, y trabajemos junto a ellos en todos los órdenes. Si creyésemos de verdad que necesitamos a los demás, si partiésemos de la premisa de que son nuestros semejantes y los necesitamos, no les trataríamos mal, no les agrediríamos. Por otro lado, frente al entretenimiento que nos proporcionan las redes sociales y esa captura de nuestra atención, propongámonos salir de esa aceleración que nos impide pensar, que nos impide poner en nuestra vida verdaderos acontecimientos y experiencias; hablo de esas experiencias, de esos acontecimientos vividos que se quedan en nuestra memoria y que nos permiten de verdad narrarnos a nosotros mismos.
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- ¿Qué se propone cada día?
- Respirar siendo consciente de esa maravilla que es el aire, respirar mientras me paseo por la playa o salgo al jardín. No nos olvidemos de que el aire también está amenazado. Tomar conciencia del aire que entra en mis pulmones me hace sentirme viva.
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