Mujer repostando gasolina, en imagen de archivo. EP
DGT

Este descuido al echar gasolina puede suponer una multa de 100 euros

El riesgo de generar una chispa que cause un incendio o incluso una explosión es mínimo, pero no improbable

El Norte

Valladolid

Martes, 1 de octubre 2024, 15:37

A la hora de manipular un vehículo, toda precaución es poca si lo que se busca es minimizar los riesgos y garantizar tanto la propia seguridad como la de los demás usuarios de la vía.

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Sin embargo, muchas de estas situaciones de peligro pueden evitarse simplemente aplicando el sentido común. Tal y como se enseña desde las autoescuelas, antes de repostar siempre se debe desconectar tanto el motor como otros sistemas eléctricos con los que cuentan los vehículos (como las luces).

De hecho, este hábito figura recogido en el Reglamento General de Circulación. Así lo estipula el punto 3 del Artículo 115: «Para cargar combustible en el depósito de un vehículo, este debe hallarse con el motor parado. Los propietarios de aparatos distribuidores de combustibles o empleados de estos últimos no podrán facilitar los combustibles para su carga si no está parado el motor y apagadas las luces de los vehículos, los sistemas eléctricos como la radio y los dispositivos emisores de radiación electromagnética como los teléfonos móviles».

El objetivo, por tanto, es mantener la seguridad y evitar riesgos de que se genere una chispa en el vehículo que pudiera comenzar un fuego o incluso una explosión. En caso de que un agente fuese testigo de que un vehículo se encuentra repostando con el motor encendido, podría multar al usuario con una sanción económica de 100 euros.

¿Por qué se debe apagar el motor al repostar?

A pesar de que, tal y como apuntan en el blog 'Motor Mapfre', «los incidentes relacionados con la electricidad estática son muy inusuales», si hay sistemas eléctricos activados, el riesgo de que se genere una chispa es mucho mayor que si el vehículo se encuentra apagado.

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Además, a esto hay que añadir el hecho de que la gasolina es inflamable, por lo que a una temperatura alta los vapores podrían negar un incendio. Los roces de la mecánica, el sistema eléctrico o la electricidad estática que se produce cuando se está sentado en el asiento del vehículo pueden generar una chispa.

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