Así debes utilizar las luces antiniebla para evitar una multa de tráfico

Ya se han producido las primeras mañanas de niebla en Castilla y León. A partir de ahora no serán pocos los días en los que la visibilidad se verá bastante reducida, lo que puede causar accidentes de tráfico. Para evitar este riesgo, es muy importante tener en cuenta las acciones que debemos evitar al volante cuando entremos en bancos de niebla. Uno de los aspectos más importantes es utilizar adecuadamente el alumbrado. Las luces antiniebla son un aliado para ver mejor, tanto la trasera, que permite que nos vean mejor los demás vehículos, como la delantera, que ayuda a que veamos mejor la carretera. Eso sí, es importante apagarlas cuando mejore la visibilidad para no deslumbrar al resto de conductores. Un uso incorrecto de este tipo de alumbrado supone una multa de 200 euros.

La luz antiniebla trasera es una luz roja intensa (una a la izquierda o en el centro, o dos en los bordes exteriores) que hace más visible el vehículo por detrás. Es obligatoria para los automóviles (excepto motocicletas) solo en condiciones desfavorables: con niebla espesa, lluvia muy intensa o fuerte nevada. La luz antiniebla delantera se utiliza en condiciones que disminuyan sensiblemente la visibilidad, aislada o junto a las de corto y largo alcance, pero también pueden encenderse de noche en carreteras estrechas (menos de 6,5 m. de ancho) con curvas sucesivas señalizadas. No es obligatoria y no la equipan todos los vehículos. Conviene recordar que hay que evitar encender la luz larga, ya que rebota en el banco de niebla y nos deslumbra­rá sin conseguir una mejor visibilidad.

Si la niebla es muy cerrada lo más sensato es abandonar la vía y esperar a que despeje. En vías de dos sentidos lo más recomendable es evitar los adelantamientos. En autovías o autopistas con circulación densa es necesario mantener una distancia de seguridad mayor porque nunca sabemos qué movimientos va a realizar el vehículo que nos precede. En cualquier caso, la Dirección General de Tráfico (DGT) recomienda reducir la velocidad adecuándola a las circunstancia para que sea posible detenerse dentro del campo de visión y aumentar la separación frontal para evitar colisiones por alcance, ya que a 50 kilómetros por hora y con suelo mojado (algo que ocurre muy frecuentemente con la niebla) un turismo no se detiene antes de 30 metros.

Un buen truco para seguir la ruta a pesar de la niebla es fijarnos en las mar­cas longitudinales del suelo y no separarnos de ellas. Y que ello nos ayude a llevar el coche bien centrado en nuestro carril derecho. Por otra parte, pararse en el arcén en días de niebla cerrada entraña un gran peligro. De hecho, detenerse en el arcén no es recomendable ni siquie­ra un día de sol. La reco­mendación de la DGT es que incluso si un pinchazo es la causa de nuestro intento de parada, y si hay niebla cerrada, debería seguir rodan­do despacio hasta una salida o un área de servicio. Si el coche se detiene por una avería y no hay más remedio que parar, los ocupantes deben salir del coche y situarse al otro lado del guarda­rraíl, siempre señalizando la maniobra debi­damente y a una distancia mayor de lo normal. En este sentido, la DGT además sugiere la utilización de los neumáticos Run Flat para los conductores que se enfrenten habitualmente a la niebla. Las prestaciones de estas ruedas permiten circular bastantes kilómetros hasta un taller cercano aunque hayamos pinchado.

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