La DANA no aumenta las reservas de los embalses

Lo cierto es que una semana después, los pantanos están igual, incluso algo por debajo. Acumulan en la actualidad 20.734 hectómetros cúbicos, 29 hectómetros cúbicos menos que una semana atrás, y se encuentran al 36,98% de su capacidad, 0,02 puntos porcentuales menos. La situación es algo mejor que la que presentaban por estas mismas fechas del año pasado (34% de su capacidad), pero bastante peor si se compara con la media de los últimos diez años (50,7%, casi catorce puntos porcentuales más que ahora).

Por comunidades autónomas sólo hay dos que aumentan sus reservas hídricas: Madrid y Aragón, que apenas avanzan un punto porcentual. Otras dos (la Comunidad Valenciana y Castilla-La Mancha) están casi igual y el resto han perdido caudal, incluidas regiones tan necesitadas de agua como la andaluza y la murciana.

Llama la atención que en aquellas comunidades donde la Dana dejó abultadas precipitaciones (con acumulados superiores a los cien litros por metro cuadrado en zonas de Madrid, Castilla y León, Castilla-La Mancha, Aragón, Navarra, Cataluña o Andalucía), sus pantanos no se hayan recargado con ese mismo nivel de aportaciones.

Por ejemplo, los embalses de la Confederación Hidrográfica del Tajo (CHT), al que pertenece el río Alberche que se desbordó arrasando pueblos como Aldea del Fresno, se encuentran al 48,3% de su capacidad frente al 47,4% de hace una semana, es decir apenas ha subido un 0,1 en puntos porcentuales.

La lluvia caída durante la DANA dejó en el conjunto del país 28 litros por metro cuadrado, cuando lo normal habrían sido 5 litros, es decir llovió 5,5 veces más de lo normal, y en algunas cuencas como la del Tajo las precipitaciones estuvieron hasta doce veces por encima de lo habitual, según datos facilitados por la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet). Sin embargo esas lluvias no se han visto reflejadas en el caudal de las presas.

Para Jorge Olcina, catedrático de Análisis Geográfico Regional en la Universidad de Alicante, la razón hay que buscarla en que las lluvias asociadas a la DANA fueron lluvias muy localizadas «y que no contribuyen a aumentar la reserva de los embalses. Es uno de los rasgos de este tipo de lluvias tan intensas y tan localizadas». Olcina señala que estas precipitaciones sí permiten aumentar la humedad del suelo, que puede ser bueno para zonas agrícolas, pero lo normal es que generen mucho daño «porque son aguas de avenidas, aguas de arrastre y normalmente el perjuicio es mayor que el beneficio que causan».

Olcina cree que este año hidrológico, que se cerrará el próximo 30 de septiembre, será nuevamente un año seco, con lluvias por debajo de la media (unos 640 litros) y bastante mal repartidas. «Llegaremos a unos 530 litros de media, pero con diferencias regionales; en algunas regiones ha llovido más, en otras menos y en otras muy poco. Por eso los datos medios son un poco injustos a la hora de reflejar la realidad territorial de las precipitaciones», señala el profesor. Y esa percepción de que ha llovido de forma desigual la corrobora la Aemet. «En buena parte de Andalucía y el este de Cataluña las lluvias no llegan al 75% de lo normal, mientras que amplias zonas del centro y noroeste, así como en áreas del sureste, las lluvias superan el 100% de lo normal y están por encima de la media, e incluso en puntos del sur de Galicia, de Castilla y León y de Castilla-La Mancha, las precipitaciones alcanzan valores el torno al 125% de lo normal», apunta el portavoz de la Aemet, Rubén del Campo.

Los datos aportados por la Aemet indican que hasta el pasado 5 de septiembre, el año hidrológico ha dejado 534 litros por metro cuadrado, lo que representa alrededor de un 13% menos que el valor normal correspondiente a dicho periodo (601 litros).

Sobre por qué la Dana no ha aumentado el agua embalsada, el portavoz de la Aemet cree que las lluvias han servido primero para empapar suelos «muy secos tras el verano» y una vez empapados, el agua sobrante discurre hacia los embalses. Además, las mayores cantidades de lluvia, «no siempre se han producido en las cabeceras de los ríos, sino en zonas próximas a las costas y en las zonas de cursos medios o bajos», apunta Del Campo.

Para ayudar a paliar la situación de sequía, el Gobierno anunció este martes que invertirá 11.839 millones con el propósito de impulsar la desalación y la reutilización de agua, así como la eficiencia en el uso del recurso, a través de la mejora de las conducciones e infraestructuras de regulación. ante la situación de emergencia por sequía en el 14,6 % del territorio español.

Así lo señaló la vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica y Reto Demográfico en funciones, Teresa Ribera, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros. Ribera explicó que en el Informe de Gestión de la Sequía, presentado en el Consejo de Ministros de este martes, se recoge que el 14,6 % del territorio español está en emergencia por sequía, mientras el 27,4 % está en alerta debido a que la precipitación medial global se encuentra un 17,1 % por debajo del valor normal en relación a los mismos meses del periodo de referencia 1991-2020.

Además, Ribera anunció otros 3.060 millones de euros del Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica (PERTE) de digitalización del agua, que impulsa el uso de nuevas tecnologías y 'big data' «y supondrá un avance cualitativo en la gestión del agua y las sequías».