La cumbre de Dubái pone fecha al fin del petróleo: año 2050

A pesar de que el mundo puso a un 'zorro' a pastorear las 'gallinas' del clima, los resultados finales fueron más esperanzadores de lo que se esperaba en un principio. Los representantes de los casi 200 países reunidos aprobaron este diciembre un acuerdo en el que se aboga por transitar para «dejar atrás» los combustibles fósiles. Se hace así una referencia directa a los principales responsables de la crisis climática: el petróleo, al gas y al carbón. Durante más de tres décadas de acuerdos y negociaciones, estos combustibles eran 'el elefante en la habitación' de las negociaciones. Los textos se centraban en las emisiones de efecto invernadero, pero evitaban las referencias directas a la necesidad de reducir las fuentes que mayoritariamente los provocan: los combustibles.

Contra el pronóstico de muchos, se han incluido esas menciones directas por primera vez en esta cumbre, la COP28. Eso hizo que muchos dudaran de que de esta cita saliera un llamamiento directo contra los combustibles fósiles. Se ha conseguido a pesar de la abierta y dura oposición ejercida por países altamente dependientes de las exportaciones de crudo, como Arabia Saudí e Irak.

«Muchos dijeron que no se podía hacer», sostuvo el sultán al Jaber, presidente de esta COP y quien comandó las negociaciones. Al centrarse el foco en los combustibles, la cumbre se había convertido en un todo o nada. Ya se fracasó en Glasgow de 2021. El acuerdo más destacado se centra en «hacer una transición» para dejar atrás los combustibles fósiles, de «manera justa, ordenada y equitativa», acelerando las medidas a fin de lograr el «cero neto para 2050».