Tráfico

¿Qué son los combustibles sintéticos?

Las empresas ya están anunciando nuevos combustibles sintéticos como alternativa al diésel y la gasolina, que podrían utilizarse perfectamente en cualquier vehículo. Esta urgencia por buscar una nueva opción se debe a que el Parlamento Europeo aprobó un texto en el que pone el 2035 como fecha límite para seguir fabricando vehículos de combustión. Y, además de los automóviles eléctricos y el hidrógeno, se necesitan otras alternativas de bajas emisiones.

Actualmente, los combustibles sintéticos apenas se utilizan en automoción, son más habituales en la aviación. Algunos países como Alemania o Italia no quieren desechar los motores de combustión, por lo que esto puede generar que éstos se reciclen y que el combustible sintético entre en auge en los coches en general.

Las empresas nombran a los combustibles renovables como otra solución para descarbonizar la movilidad, junto a la electricidad y al hidrógeno, ya que creen que con una alternativa no será suficiente. Se dividen en dos tipos: biocombustibles y sintéticos. Los primeros ya son una realidad y está comprobado que son eficientes, mientras que los segundos aún se encuentran en fase de prueba y su implantación dependerá de que la Unión Europea permita su uso en motores interno o no.

La empresa Repsol inaugurará en 2024 en Bilbao la primera planta especializada en combustibles sintéticos de España; mientras que Siemens Energy ya tiene su propia planta en Chile dedicada a producir 'e-fuels' (combustibles neutros en CO2), en la que producen más de 100.000 litros anuales y esperan llegar a 550 millones de litros a partir de 2026.

La peculiaridad de los combustibles sintéticos es que son neutros en CO2. Esto no quiere decir que los vehículos que los utilicen no expulsen dióxido de carbono por el tubo de escape, sino que se compensa porque previamente ese gas se ha capturado de la atmósfera para fabricar el combustible en las plantas industriales. Además, la gran ventaja de esta alternativa es que no sería necesario cambiar los motores de combustión actuales de los coches ni modificar las infraestructuras de distribución.

Los biocombustibles se forman a partir de materias prima de origen biológico, es decir, parte de residuos como grasas animales, aceites de fritura o residuos agroforestales, entre otros. Los combustibles actuales están formado por un 10% de estos combustibles de origen renovable. En cambio, en los 'e-fuels' las materias prima que se utilizan son CO2 retirado de la atmósfera y producción de hidrógeno renovable. Además, los sintéticos se obtienen mediante procesos termoquímicos de carbón, gas natural o biomasa; y los 'e-fuels' se fabrican mediante electricidad procedente de fuentes renovables.

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