Una cirujana de la empatía en el trabajo

Casi siempre, el empeño y la voluntad no bastan para encontrar un empleo o mejorar el que se tiene. Los programas laborales reciben a personas dispuestas a lanzarse a por una actividad remunerada. Pero les faltan herramientas que a veces no están en el currículum. «Hay que tener alma de emprendedor hoy día. Y mi trabajo es descubrir ese alma». Así se presenta Aurora García Alcalde, 'coach' educativa y empresarial, que impartió una de sus dinámicas de grupo a un colectivo de unas 60 personas de los Puntos de Empleo Incorpora, a los que suelen acudir personas de edades intermedias y que se han quedado fuera del mercado de trabajo.

Esta profesional que afirma predicar con el ejemplo («me reinventé a mí misma») va mucho más allá de estudios o títulos de cada cual. Busca en ellos «profundizar en algo que ni siquiera sabían que podían hacer». Con una vida laboral radicalmente distinta a la actual, García Alcalde reivindica estos programas de acompañamiento que pueden marcar la diferencia entre quedarse fuera o volver a la rueda del empleo. «Son muy necesarios y deberían estudiarse como una asignatura más. A nadie le enseñan a asumir tantos 'noes', aunque luego llegue el ansiado 'si'».

Su trabajo habitual es insertarse «como una cirujana» en las empresas para mejorar las relaciones y las prestaciones del colectivo. Aurora insiste constantemente en la necesidad de «impulsar el entendimiento (laboral) desde el emprendimiento». Y todo esto se consigue conjugando tres 'pes': pasión, paciencia y resistencia. Si a todo ello se suma la empatía, la ecuación completa un futuro de trabajadores que «deben fluir como el agua» en un mundo que rechaza visiones de resistencia a los cambios constantes.

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