Qué es la cataplexia, la enfermedad que sufre Jordi Évole

La cataplexia que sufre Évole consiste en una repentina falta de tono muscular, tanto que es incapaz de hablar a pesar de oir y ser consciente de lo que pasa a su alrededor, pero la cataplexia no es una enfermedad en si misma, si no un síntoma de la narcolepsia. Cuando alguien sufre un ataque de este tipo se produce una disociación entre la fase REM del sueño y la vigilia. El cuerpo obedece la orden de quedarse quieto, como si estuviera dormido mientras que el cerebro está despierto. Esta situación puede durar desde unos segundos a varios minutos. «Es un síntoma más de la narcolepsia, una enfermedad que se manifiesta de otras muchas maneras, pero –claro está– esta es la más llamativa», explica Ana Fernández Arcos, neuróloga coordinadora del grupo de estudio de trastornos de vigilia y sueño de la Sociedad Española de Neurología (SEN).

El desencadenante de los ataques es una emoción fuerte y normalmente positiva. Por ejemplo, la risa, algo que le pasa mucho a Évole. Pero también puede suceder con cualquier otro sentimiento experimentado de forma intensa, como el miedo, la pena o la ira durante una fuerte discusión.

Si se reconocen los primeros síntomas se puede prever el ataque y buscar un asiento, incluso puden modular sus emociones y, junto con la medicación pueden llegar a evitarlo.

Aprender a convivir con esta dolencia es lo único que les queda a quiénes la padecen ya que la medicación trata los síntomas y no es una cura.

«Para evitar que síntomas como la cataplexia se manifiesten de forma tan abrupta, se recetan antidepresivos que pueden ayudar a modular los neurotransmisores. La mayoría de los pacientes llegan a un nivel de total estabilidad, pero hay veces que no tanto», explica la neuróloga. Matiza, ahora bien, que cada persona desarrolla la enfermedad en distintas formas y grados, y que no todo depende de la medicación.

La narcolepsia está catalogada como una enfermedad rara. Según los últimos estudios realizados, su prevalencia es de aproximadamente entre 5 y 70 personas por cada 100.000 habitantes. Ahora bien, también se cree que está infradiagnosticada. El motivo es que la excesiva somnolencia durante el día es el síntoma principal, y en la sociedad actual, se tiende a achacarla a los malos hábitos de sueño.

Cuando aparece la cataplexia, lo normal es no sea un caso de narcolepsia, «pero es muy importante tener un diagnostico correcto para tratarlo bien y pronto», concluye Fernández Arcos. Recientemente se ha logrado acotar la presencia de esta enfermedad a través de una punción lumbar del líquido encefalorraquídeo que delata si faltan hipocretinas.