El Ayuntamiento de A Coruña hereda un edificio a cambio de cuidar una sepultura

La plaza de Pontevedra, ubicada en el centro de A Coruña, alberga un edificio que puede pasar desapercibido para algunas personas. Está situado enfrente de la cafetería Manhattan, entre las calles Teresa Herrera y Payo Gómez. El inmueble se levantó en 1920 y tiene una característica fachada que culmina con dos torres circulares que coronan el edificio. Está construido sobre dos parcelas y en total tienen 4.422 metros cuadrados de superficie para dos casas, una ubicada en el número 16 de Teresa Herrera y otro en el 15 de Payo Gómez.

Su dueño, el filántropo Manuel Piñeiro Pose murió en 1940, dos años después de la escritura de su testamento, donde establecía una manda piadosa a favor de su alma. Consistía en una participación equivalente a 140.000 pesetas del valor total de las dos casas para misas, la limpieza de su tumba o tributos por la vigilancia y custodia de su sepultura.

El resto de los inmuebles los legó a favor del Hospital Municipal de A Coruña, una institución que ya no existe y que hace que los bienes recaigan en el Ayuntamiento por trámite de sucesión. En el testamento, según publica 'La Voz de Galicia', se designa además como albaceas universales al abad de la colegiata, el presidente de la Caja de Ahorros y Monte de Piedad de A Coruña, la madre superiora del Hospital de A Coruña, el decano del Colegio de Notarios, el párroco de la iglesia de Santa Lucía y el de la iglesia de San Nicolás.

Durante 30 años, las casas no podían venderse y debían ser administradas por los albaceas, quienes debían deducir del producto de dichas casas las 140.000 pesetas para su alma. Los ingresos restantes se debían dedicar a mejorar el tratamiento científico y la alimentación de los enfermos del hospital municipal de A Coruña. Pasado este periodo de tiempo, las dos parcelas pasaban a ser íntegramente del Hospital Municipal. Tras la muerte de Piñeiro Pose, el Ayuntamiento aceptó el legado, pero la entrega del legado no fue normalizada al pasar 30 años de la muerte del filántropo.

Por ello, el Ayuntamiento decidió hacer las gestiones pertinentes para hacer efectiva la voluntad del filántropo. Así, el consistorio ha hecho la equivalencia de las 140.000 pesetas sobre el valor total de los inmuebles en el año 1940 al valor actual. El resultado de esa operación son los 172.339 euros mencionados, que deberán ser consignados para la manda piadosa. Esa cantidad fue ofrecida a los albaceas, y se les dio un plazo para designar una cuenta en la que efectuar el ingreso de los fondos. El requerimiento no fue contestado, por lo que no fue posible hacer el trámite por esa vía. Esta situación ha llevado al Ayuntamiento a pagar la cantidad mediante una consignación judicial, que será depositada en el Juzgado decano de Primera Instancia de A Coruña. Una vez se entregue el dinero, se podrá inscribir el edificio en el registro.

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