La DGT avisa: lo que le pasará en 2023 a los coches con etiqueta B

Faltan poco más de dos meses para que entre en vigor la Ley de Cambio Climático, que establece que todas las localidades de 50.000 habitantes o más tienen que tener operativa su propia Zona de Bajas Emisiones (ZBE). Por lo tanto, en 2023, varias medidas restringirán la circulación de vehículos tanto con etiqueta como sin ella. En algunas ciudades de Castilla y León, como Salamanca, la media traerá una nueva configuración circulatoria de su casco urbano.

La nueva ley dice lo siguiente: «Las prohibiciones o restricciones de acceso afectarán prioritariamente a los vehículos con más potencial contaminante, como son los vehículos A (sin derecho a etiqueta de la DGT), y, progresivamente, a los vehículos B y C».

En 2016, la DGT puso en marcha el sistema de catalogación con pegatinas para clasificar los vehículos en función de su eficiencia energética y su impacto ambiental. Desde entonces, cada año se han añadido nuevas limitaciones para circular por algunas ciudades y poder reducir el impacto ambiental. Madrid y Barcelona han sido las ciudades con más restricciones, pero en 2023 otras 147 ciudades tendrán que aprobar nuevos planes anticontaminación en función de su número de habitantes.

La pegatina B (de color amarillo) la llevan los coches con motores de gasolina matriculados entre enero de 2001 y 2005, y los de diésel matriculados entre enero de 2006 y agosto de 2015. Los coches con pegatina B pueden acceder a las ZBE pero no aparcar dentro de ellas, mientras que fuera de las ZBE pueden circular con total libertad y también aparcar en zonas de estacionamiento regulado.

Además del veto a los vehículos más antiguos, la nueva ley pone en su punto de mira a los que presentan el dispositivo ambiental B y C. Estos deberán pagar un peaje urbano para circular por las ZBE que determinen los ayuntamientos. Los vehículos 0 y Eco serán los únicos que se libren de futuras restricciones.

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