Vidal Arranz | Periodista y columnista en El Norte de Castilla con 'Fuera de campo'

«Estoy más atento a los argumentos que a la retórica»

Voz y pluma reflexiva donde las haya, la de Vidal Arranz es una columna que, como él mismo admite, ofrece pocos flancos débiles. Quizá porque, como confiesa, suele estar más atento a los rgumentos en los que la asienta que en la retórica que la pudiera envolver.

-¿Es usted tan serio como aparenta?

-Creo que un poco menos porque, la verdad, tengo bastante sentido del humor.

-¿El columnista es la esencia de la perfección del periodismo?

-Yo no diría tanto. Para mí el reportaje analítico es el género más elevado, pero el columnismo, lógicamente, tiene un papel crucial.

-¿Cuánto le presionan las críticas a sus críticas?

-Nadie es indemne a la crítica que pueda recibir por sus artículos y, por consiguiente, de algún modo todos tendemos a protegernos escribiendo de una manera que ofrezca pocos flancos débiles.

-¿Ha cambiado alguna vez de opinión?

-Sí, bastantes. No digo que cambie todos los días, pero he cambiado de opinión de forma muy significativa.

-¿Cuánto de impulso y cuánto de reflexión lenta hay en sus columnas?

-Es curioso porque mis columnas son una mezcla de las dos cosas. En su origen, las columnas siempre surgen de un impulso, es decir, de algo de la realidad que me motiva y provoca de una manera especial, pero ese impulso luego, necesariamente, se traduce en una reflexión lenta.

-¿Un columnista es la personificación de la ecuanimidad?

-Desde mi punto de vista, el columnista debería intentar ser ecuánime y equilibrado y riguroso.

-¿Le han dicho alguna vez si ha ayudado a formar una opinión?

-Pues la verdad es que no soy consciente de ello. De vez en cuando te llega algún 'feed back' de lectores que muestran su conformidad con las cosas que tú escribes y entonces sientes que lo que escribes llega a alguien.

-¿Y le han acusado de ponerse estupendo en alguna columna?

-Que yo recuerde nadie me ha acusado de eso porque, es verdad, no suelo ponerme estupendo en las columnas (carcajada sonora).

-¿Son los políticos quienes peor encajan las críticas?

-Hombre, son los que más críticas reciben y, por consiguiente, son quienes peor las encajan. Pero a veces te sorprendes y te encuentras con personas de la sociedad civil con una tolerancia muy frágil.

-¿Cómo se ve de columnista cuando sea mayor?

-Creo que seguiré siendo el mismo tipo de columnista que soy si llego a mantenerme en el oficio, que es un columnista más atento a los argumentos que a la retórica.

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