Apurar el depósito de gasolina puede salir muy caro

La fluctuación de los precios del combustible lleva en la actualidad a muchos conductores a esperar hasta el último momento para repostar. Y no es para menos, llenar el depósito cuesta este mes de agosto hasta 23,5 euros más que hace un año. En concreto, contabilizando la bonificación de 20 céntimos por litro aprobada por el Gobierno, el precio medio del litro de gasolina se ha situado esta semana en 1,702 euros y el del diésel es de 1,693 euros.

A simple vista, parece razonable apurar al máximo la reserva con la confianza de ahorrar unos euros. El problema llega cuando erramos en el cálculo y el vehículo se para en medio de la calzada con la gasolinera de turno fuera de nuestro alcance. Aunque en la normativa de Tráfico no especifica que un conductor se quede sin gasolina como algo sancionable, sí lo son las consecuencias de circular con el depósito casi vacío.

En estas ocasiones, lo más lógico es acercarse a la gasolinera más cercana y llenar un recipiente. Aquí es donde nos podemos encontrar la sanción más cuantiosa. Repostar en una garrafa o recipiente que no esté homologado sí es sancionable y puede conllevar una multa de entre 2.000 y 3.000 euros. Se trata de una infracción considerada muy grave por la Guardia Civil.

La segunda consecuencia de la falta de previsión sería verse obligado a dejar el vehículo mal aparcado. Si esto ocurre en una vía interurbana, la sanción es de 200 euros. «La parada o el estacionamiento de un vehículo en vías interurbanas deberá efectuarse siempre fuera de la calzada, en el lado derecho de ésta y dejando libre la parte transitable del arcén», reza el Reglamente General de Circulación.

Y si el problema ocurre en la carretera y el coche se queda ocupando parte de la calzada o parado en el arcén, la sanción es la misma. Aquí, además, se puede tener el problema añadido de que el seguro no cubra la asistencia en carretera por falta de combustible.

Para aquellos que crean que empujar el coche es la solución más razonable, nada más lejos de la realidad. Está conducta está prohibida y acarrea una multa de 200 euros. «Se deberá conducir con la diligencia y precaución necesarias para evitar todo daño, propio o ajeno, cuidando de no poner en peligro, tanto al mismo conductor como a los demás ocupantes del vehículo y al resto de los usuarios de la vía».

Para evitar sustos, si vamos a realizar un viaje largo por carretera, merece la pena «consultar cuáles son las gasolineras que en el origen, destino y durante el trayecto ofrecen los mejores precios», indican los analistas de la Asociación Española de Asesores y Planificadores Financieros. Del mismo modo, desde la Dirección General de Tráfico (DGT) hacen un llamamiento a una conducción eficiente del vehículo, al estimar que entre el 30% y el 50% del gasto de combustible en un trayecto depende de la manera de conducir del propietario.

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