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Nicholas Soames, de 71 años, a su llegada al Parlamento británico. EFE
El adiós del último Churchill

El adiós del último Churchill

Boris Johnson expulsa del partido a Nicholas Soames, nieto de sir Winston, por manifestarse en contra de un 'brexit' sin acuerdo. Educado en Eton y confidente del príncipe Carlos, odiaba a «esos 'tories' modernos que llevan la camisa abierta»

Viernes, 6 de septiembre 2019, 07:17

El miércoles, cuando Nicholas Soames se levantó para hablar ante una Cámara de los Comunes medio vacía, lo hizo con la voz entrecortada y reprimiendo las lágrimas. Treinta y siete años después de haber ocupado por primera vez un sitio en el Parlamento británico, el nieto de Winston Churchill (su padre era yerno del estadista) se puso en pie para decir adiós. Su salida, que se produce un día después de que el primer ministro Boris Johnson lo expulsara del Partido Conservador junto a otros veinte 'tories' rebeldes decididos a bloquear un 'brexit' sin acuerdo, cierra una época, y se exhibe como prueba incontestable de las turbulencias que sacuden Gran Bretaña. «Es mi más ferviente esperanza que esta Casa redescubra el espíritu de compromiso, humildad y comprensión que nos permitirá avanzar en interés de todo el país, tan tristemente descuidado mientras nosotros hemos dedicado tanto tiempo a luchar con el 'brexit'», dijo en la que será, al menos de momento, su última intervención en la Cámara.

El adiós de Soames se considera la enésima prueba de que el debate sobre el 'brexit' está decidido a sacudir los cimientos de la política británica. Y, como si de una cruel broma del destino se tratara, la salida de Soames, inimaginable hasta hace muy poco tiempo, ha sido alentada por alguien que siempre ha considerado a Churchill una referencia indiscutible. Quizá por eso, ayer, un analista escribía: «La visión positiva de Churchill en los días más oscuros de la Segunda Guerra Mundial comenzó con una aceptación implacable de la realidad, no importa cuán dolorosa sea. Johnson ofrece en cambio una negación ciega de los desafíos que tenemos por delante».

«Vete a la mierda»

Una tarde de 1953, cuando Nicholas tenía solo cinco años, se acercó a Churchill, le tiró de la chaqueta y le preguntó: «Abuelo, ¿es verdad que eres el hombre más grande del mundo?» «Sí, ¡ahora vete a la mierda!», le respondió. Habiendo crecido de la mano de uno de los actores políticos protagonistas de la historia más reciente, era fácil imaginar que aquel muchacho terminaría algún día sentado en la misma Cámara desde la que su abuelo dirigió el país en uno de los momentos más duros que se recuerdan.

El detalle

  • Despedida El fin de semana pasado Soames envió un mensaje a Johnson contándole que el día que Churchill se convirtió en primer ministro regresó a su casa con su abuela y sus hijos y bebieron una botella de champán. Entonces, su abuelo propuso un brindis: «Ahora, a no fastidiarlo'. «Boris, no puedo votar por ti, pero rezo por nuestro bien para que no lo fastidies», le dijo.

  • Trayectoria Ha sido secretario parlamentario del Ministerio de Agricultura y ministro de las Fuerzas Armadas con John Major.

Nicholas nació en Croydon el 12 de febrero de 1948, sólo unos días antes de la evacuación de las últimas tropas británicas de la India. Primogénito de Mary, la más pequeña de los cinco vástagos de quien fuera por dos veces primer ministro, Soames, a quien muchos consideran la quintaesencia del estilo británico, se educó en el elitista Eton y sirvió en los húsares en Alemania Occidental. A su regreso se convertiría en consejero y confidente del príncipe Carlos (fue enormemente crítico con la princesa Diana cuando esta denunció el adulterio de su marido), y más tarde en asesor de varias compañías de capital riesgo hasta que la política llamó a su puerta y fue elegido diputado por Crawley en las elecciones generales de 1983.

Apasionado de la caza, el tiro y la pesca, Soames es también presidente de Aegis, una empresa líder en seguridad privada y gestión de riesgos que ha llegado a tener 38.000 empleados en todo el mundo y ha operado en lugares como Afganistán e Irak. Famoso porque nunca ha tenido problemas en decir lo que piensa, según el libro 'Mujeres en el Parlamento' publicado en 2005, el ya 'extory' tiene el dudoso honor de encabezar la lista de parlamentarios «más sexistas». Según sus colegas, cuando una mujer intentaba hablar en el parlamento, él acostumbraba a hacer gestos con las manos, sugiriendo senos femeninos, para distraer al personal. A pesar de su fama de conservador recalcitrante, Soames votó a favor del proyecto de ley de matrimonio homosexual.

Nombrado caballero por la reina Isabel II en 2014, se casó en 1981 con Catherine Weatherall de quien se divorció siete años después, en 1993 volvería a jurarle amor eterno a Serena Smith. En total, tiene tres hijos.

Impecablemente vestido en cualquier ocasión, ha confesado que una de las cosas que más odia del 'tory' moderno «es esa tendencia a llevar las camisas abiertas». Y es que nunca se ha mordido la lengua, ni siquiera cuando, como ha ocurrido ahora, no hacerlo le podía suponer el fin de su carrera.

La misma noche que se dirigió a la Cámara de los Comunes para despedirse, haciendo gala de esa flema británica que caracterizó a su abuelo, Soames le confesó a un periodista de la BBC que el 'chief whip', algo así como el jefe de la bancada gobernante, un apreciado amigo, le había anunciado que sería su triste deber escribirle a la mañana siguiente para comunicarle que después de 37 años le retiraban su escaño. Dicho esto, Soames contestó: «Son consecuencias de la guerra. Sabía lo que estaba haciendo». Su abuelo no lo habría dicho mejor.

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