Uno de los acusados de la violación grupal de Valencia y la víctima intentaron quedar días después

El diálogo en la red social entre los dos adolescentes fue aportado a la causa penal por uno de los abogados defensores como una prueba indiciaria de que las relaciones sexuales entre la niña y dos de los jóvenes arrestados fueron consentidas. Los letrados de los menores entienden que el autor de una violación nunca quedaría días después con la víctima, y con referencia a la niña, consideran que tampoco querría tener otra cita con el individuo o los individuos que la agredieron sexualmente en grupo.

En la conversación aportada al procedimiento, con faltas de ortografía incluidas, el presunto violador pregunta a la víctima si irá a Burjassot al día siguiente, y la menor contesta con un «siiii», presuntamente, e incluso le dice que le gustaría que otros dos de los supuestos agresores acudieran también a la cita.

El joven fue detenido poco después de enviar los mensajes que figuran en la conversación de Instagram. El menor declaró al día siguiente ante la jueza que fueron las denunciantes las que contactaron con él, días después de la supuesta agresión sexual en grupo, para volver a quedar.

Tras tomar declaración a las víctimas, la Policía Nacional de Burjassot arrestó a cuatro menores como presuntos autores de la violación en grupo de la adolescente de 13 años. Los agentes de la Unidad de Atención a la Familia y Mujer (UFAM) de la Policía detuvieron a otro chico por la agresión sexual que denunció la otra menor, una niña de 12 años, y buscan a un sexto joven mayor de edad por su presunta implicación en los hechos.

Las dos víctimas se habían conocido una semana antes a través de Instagram, mientras que los cinco detenidos son amigos y tienen entre 15 y 17 años de edad. Cuatro de ellos no cuentan con antecedentes policiales y uno fue arrestado una vez por un robo con violencia. Los dos menores que quedaron con las niñas reconocieron que mantuvieron relaciones sexuales con ellas, pero afirmaron que fueron consentidas, y uno de ellos declaró que se asustó y se marchó cuando vio llegar en manada a sus amigos de pandilla.

Los otros tres jóvenes arrestados negaron haber participado en la violación en grupo. Ninguno de los cinco detenidos prestó su consentimiento para que la Policía Científica pudiera obtener una muestra biológica. Aunque las niñas incurrieron en contradicciones sobre el posible consentimiento que una de ellas habría dado para mantener relaciones sexuales con uno de los jóvenes, los investigadores consideran que hay pruebas para acusar a cuatro menores de la violación en grupo y para atribuir a otro la agresión sexual que denunció la segunda niña.