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La actriz Macarena Gómez. El Norte
«A ver si en 2020 dejamos de pelearnos»

«A ver si en 2020 dejamos de pelearnos»

Macarena Gómez despide el año como nueva propietaria de un túnel de viento. «Luego lo paso fatal cuando en el avión hay turbulencias», dice la actriz

Domingo, 29 de diciembre 2019, 08:31

Presume de tener amigos en cada estación del Ave, «con su número de teléfono y todo», para llamarles en caso de haberse dejado algo olvidado en el asiento. No es que Macarena Gómez sea especialmente despistada, es que la actriz se pasa la vida en el tren... «Vivo en Barcelona, trabajo en Madrid, mi familia está en Córdoba y ahora tengo el negocio en Zaragoza. Yo me recorro todas las semanas el mapa de España», asegura sin exagerar esta cordobesa. Ella y su marido, Aldo Comas, despiden el año por todo lo alto, en sentido literal. Hace un par de meses inauguraron en la capital aragonesa su primer túnel de viento, 'Terminal Zero', y ya proyectan extender el negocio a otras ciudades de España.

Considerada una de las parejas más divertidas, rutilantes y extravagantes del cine español, Aldo y Macarena no tienen grandes planes para estas fiestas. «Son malas fechas para viajar y acabamos de darlo todo en la apertura del nuevo túnel de viento. Ya no sabemos qué más inventar», bromea la actriz. Sus saraos, donde te pueden servir ostras sobre una mesa de billar, pasan por ser memorables. Pero en esta época del año, los Comas, padres de Dante, un niño de cuatro años y medio, se vuelven relativamente convencionales. Visitan a sus respectivas familias y se reparten entre Córdoba y Gerona, donde poseen una granja con gallinas exóticas que ponen huevos azules.

A un mes de cumplir 42 años, la actriz se enfrenta a un 2020 lleno de proyectos. En enero comenzará el rodaje de la nueva temporada de 'Aquí no hay quien viva', donde interpreta a la popular Lola Trujillo. También se la podrá ver en la serie '30 monedas', de Álex de la Iglesia, para HBO. «Y hay otra película en camino, pero yo, hasta que no firme el contrato, no digo nada», advierte. «Me dicen que por qué trabajo tanto, que qué necesidad –comenta Macarena–. Pero mi cuerpo y mi mente me piden trabajar. Me da estabilidad económica y también emocional».

«Nunca me he planteado hacer las Américas»

macarena gómez: actriz

A su marido, 'niño bien' de una familia de empresarios catalanes, le conoció Macarena en una discoteca de Buenos Aires. Ella rodaba allí una película. Él, instructor de vuelo (además de productor, músico, empresario y director de cine), estaba haciendo una gira de salto en paracaídas. La frase que Aldo exclamó al verla ya es sobradamente conocida: «¡Qué guapa. Pareces Miércoles Adams!», le dijo. Ella pensó «Mira qué majo el chaval». Y hasta hoy. «Llevamos nueve o diez años. Somos como un matrimonio longevo que ya no recuerda cuándo se casó», dice Gómez entre risas. La admiración, según la actriz, es la clave para que una pareja funcione. «Yo le veo a él una imaginación y creatividad fuera de lo normal, y él me considera la mejor actriz del mundo, que es una exageración, pero déjale...».

Una libreta siempre a mano

Macarena lleva más de cincuenta saltos como paracaidista. Pero lo dejó al quedarse embarazada y ahora ya solo vuela en túnel de viento. «Es algo que engancha –explica–. Aldo y yo viajamos por el mundo haciendo la ruta de los túneles, igual que otros hacen la de las pistas de esquí». Lo curioso es que luego la actriz lo pasa «fatal» cuando viaja en avión y hay turbulencias. Los Comas son amigos de los hijos de Carolina de Mónaco porque Aldo estudió con el mayor, Andrea Casiraghi, en un colegio suizo. La sorprendente presencia de la pareja en la boda de Andrea y Tatiana todavía colea. «Si tuviéramos previsto verlos estos días, que a lo mejor sí, no lo contaría», advierte con un guiño.

Formada en el ballet clásico, Macarena estudió 3º de BUP en Estados Unidos y la carrera de Arte Dramático en Londres. «Que por qué no estoy en Hollywood... Eso me pregunto yo», dice riendo. «La verdad es que me encanta vivir en mi país, pero si me saliera trabajo en EE UU, me iría tan ricamente. Lo que no me he planteado nunca es ir a hacer 'las américas' por mi cuenta». Muy pizpireta y muy sociable. Así se recuerda de niña. «Hablaba con todo el mundo, no me cortaba un pelo. Me encantaba estar con la gente mayor y enterarme de conversaciones de adultos». En el colegio no pertenecía a ningún grupo, era muy independiente. «Y una chica muy responsable, sensata y trabajadora –apunta ella–. Me lo decía hasta mi madre». También es muy organizada. Hace listas y las escribe en papel. «Siempre llevo una libreta». De 2019 no borraría nada. Y a 2020 le pide... «que dejemos de dividirnos y pelearnos».

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