Un jugador del Betis Energía Plus confunde a los nazarenos con el Ku Klux Klan
A Lalo García, cofrade de las Siete Palabras, le sucedió algo similar con un compañero de equipo
el norte
Miércoles, 12 de abril 2017, 11:30
No es la primera vez y probablemente no será la última que un norteamericano en España confunde a los nazarenos que recorren la geografía española de norte a sur en estas fechas con los miembros del Ku Klux Klan.
Eso le pasó a Trent Lockett, natural de Golden Valley (Minnesota) y jugador del Betis de baloncesto. Su primera reacción, la de sorpresa e incredulidad como dejó ver en las redes sociales. El buen hombre no debía dar crédito cuando se cruzó con varios cofrades el Domingo de Ramos por las calles de Sevilla. Menos mal que ahí estaban sus seguidores para explicarle que se trataba de una procesión de Semana Santa y ese es el atuendo habitual de los nazarenos.
Después de las explicaciones confesó sentirse «aliviado» aunque todavía en estado de 'shock'. Él intentó explicar su confusión en Instagram: Es una de las cosas más increíbles que podía ver. Pero no tienen ninguna relación con el pensamiento del KKK. Esta tradición nació varios siglos antes que el KKK", puntualizó.
Y en Valladolid también pasó
Una anécdota muy similar a esta contaba siempre el desaparecido Lalo García, eterno capitán del CB Valladolid, pero con sus matices.
Narraba Lalo, que era cofrade de las Siete Palabras, que un día fue a entrenar al Polideportivo Pisuerga, pero como no le iba a dar tiempo a regresar a su casa, se fue con el hábito de la procesión y su correspondiente caperuza. Lalo dejó la ropa preparada en la taquilla del vestuario y, tras entrenar y ducharse, se puso los ropajes y, aunque no tenía pensado colocarse el capirote, lo hizo para probar como le iba a quedar.
Hasta ahí, todo normal.
Lo que no sabía Lalo es que detrás de él estaba uno de los jugadores americanos del equipo, y cuando se giró al oir un ruido, se encontró a su compañero armado con un gancho de una percha totalmente fuera de sí. El hombre pensaba que estaba ante un miembro del Ku Kux Klan. "Le explicamos lo que significaba, pero aún así tardó mucho en tranquilizarse".
Choques culturales lo llaman.
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