EL NORTE
Miércoles, 2 de septiembre 2015, 10:24
Georgia Bradley, una joven estudiante británica de 25 años, decidió pasar sus vacaciones de verano en la isla griega de Creta junto a su pareja. Lo que estaban siendo unos días idílicos torrándose al sol en las playas mediterráneas estuvieron muy cerca de acabar convirtiéndose en un absoluto infierno.
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La joven se encontraba sola tumbada al sol, en una playa casi desierta, cuando dos tipos en estado de embriaguez se acercaron a ella y arráncandola de su descanso se la llevaron del arenal con la intención de abusar de ella.
Es entonces cuando apareció 'Pepper', una perra abandonada que viendo la situación se acercó allí y comenzó a ladrar efusivamente logrando que los dos tipos cesaran en sus intenciones y se marcharan del lugar.
Desde entonces, Georgia y 'Pepper' se hicieron inseparables aunque la joven desconocía la situación de abandono del animal. Así las vacaciones de Georgia llegaban a su fin y debía volver a Reino Unido dejando en Creta a su 'ángel de la guarda'. Los días pasaban en casa de Georgia y ella no paraba de pensar en la valiente perrita. Habló con su pareja y decidió volver a buscarla para traerla con ella. Mucho dinero gastado en billetes, hoteles, taxis y búsqueda del animal hasta que, como no podía ser de otra manera, logró dar con ella y montarla al avión de vuelta a casa.
Ahora 'Pepper' ha encontrado el calor de un hogar que tenía negado gracias a su oportunismo y valentía. Una historia que pudo ser trágica y terminó con un feliz final.
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