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Sonia Quintana
Jueves, 16 de abril 2015, 15:00
No se trata de otra ilusión óptica como aquella del vestido blanco y dorado o azul y negro que mantuvo revolucionado a medio mundo durante semanas. No hace falta que lo miren de más lejos ni de más cerca; no hay truco, la lata de Coca-Cola que acompaña a este artículo es verde. Como diría la copla: «Verde como la albahaca, verde como el trigo verde y el verde, verde limón». Parece que la célebre marca que hace apenas un mes anunciaba a bombo y platillo que todos sus productos recuperaban el icónico color rojo original coincidiendo con el centenario del nacimiento de la mítica botella creada por la empresa americana The Root Glass Company el 16 de noviembre de 1915, se ha olvidado de su último lanzamiento. ¿Todos? No. La excepción es la nueva Coca-Cola Life.
Para la historia han quedado ya el tono gris plata de la Coca-Cola Light o el negro de la versión Zero de esta bebida creada por John Pemberton a partir de la fórmula secreta más conocida de la historia. Todos los envases de esta gaseosa, que nació el 5 de mayo de 1886, han cedido su parte más vistosa al bermellón de toda la vida. Todos... menos uno. Aunque todavía no hay fecha de llegada a España para el nuevo refresco son muchos los patrios que ya la han probado. En Europa, Reino Unido, Suecia y Francia, las latas verdes de Coca-Cola Life ya no son un oni (objeto no identificado). ¿Pero por qué es verde?
Descubierta en Paraguay
La culpa del verde no la tiene ni la albahaca, ni el trigo verde, ni el verde limón. La responsable de que la lata (y la etiqueta) de la nueva versión del omnipresente refresco sea verde se llama stevia, una planta de origen tropical descubierta en Paraguay que los indios guaraníes la usaban para endulzar sus comidas. «La parte de la planta que se utiliza como edulcorante son los derivados extraídos de sus hojas, glicósidos de esteviol, concretamente el esteviósido y el rebaudiósido A. Se usa como sustituto de la sacarosa (azúcar común) ya que tiene un poder edulcorante de entre 200 y 300 veces el azúcar y es acalórico. Los estudios sobre las contraindicaciones y efectos secundarios de la stevia han demostrado que solo se producen en el caso del consumo de grandes dosis. Es cierto que se ha puesto muy de moda y parece que poner este ingrediente en un alimento otorga al producto mayor calidad, pero esto sería objeto de otras reflexiones relacionadas con el papel informativo de la publicidad alimentaria», argumenta María José Castro Alija, médico especialista en Nutrición y profesora en la Universidad de Valladolid (Uva).
La nueva receta, endulzada con stevia y azúcar de caña, reduce un 57% las calorías de la fórmula clásica. El sabor también varía del original, aunque no tanto como la versión Cherry o Vainilla. ¿Acertará Coca-Cola con el gusto español?
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