Las ONG denuncian que España ha reducido un 70% su inversión en cooperación internacional

La crisis de los últimos años ha afectado severamente al tejido solidario español, lo que ha debilitado de manera preocupante la cohesión social. Esta es una de las principales conclusiones del informe 'El impacto de la crisis sobre el tejido social solidario de España: efectos y reacción de las ONGD', elaborado por las sociólogas Kattya Cascante y Erika Rodríguez y editado en colaboración con la Fundación de Iniciativas para la Paz (Fundipax).

Según el estudio, el Estado español ha reducido un 70% su inversión en Ayuda Oficial al Desarrollo desde el año 2008 y el presupuesto destinado a cooperación en los Presupuestos Generales de 2014 es de 1.815 millones de euros, un 22% inferior a la partida del 2012. Un dato que según las conclusiones del informe denota "la ausencia de interés del Estado español en la Agenda Internacional de la Ayuda al Desarrollo" y "contrasta con el compromiso internacional ineludible en la lucha contra la pobreza".

La brecha entre el Estado y la sociedad civil sigue aumentando y las ONGD cuentan ahora con menos apoyo económico y político que nunca, no obstante, la legitimidad y confianza de la sociedad española en el trabajo de estas organizaciones se mantiene e incluso aumenta, algo que se refleja en el constante incremento del número de voluntarios. Especialmente en Cruz Roja Española y Cáritas, líderes en este aspecto con 187.327 y 59.686 voluntarios respectivamente.

El informe, que gira en torno a cuatro puntos básicos: base social, financiación, cooperación al desarrollo e incidencia política, no elude la crítica hacia el trabajo de las ONGD, que "deben centrar sus esfuerzos en aquellos ámbitos que la sociedad española necesita: educación para el desarrollo y sensibilización de la ciudadanía". Materias, que según Kattya Cascante, "deberían incluirse en los planes de estudio".