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«Viene un frente desde la zona de Simancas». Con estas palabras los técnicos del Museo Nacional de Escultura de Valladolid justificaban en el Palacio de Santa Cruz la suspensión de la procesión de la hermandad universitaria. Eran las 10:55 horas, cinco minutos antes ... de la hora prevista para que comenzara uno de los desfiles más preciados de la Pasión Vallisoletana. Y así ocurrió. A los pocos minutos empezaba a llover de manera copiosa en la plaza de Santa Cruz. Primeros paraguas, primeras caras de desolación y el vocal de procesiones, Eduardo Diez, anunciaba por megafonía la cancelación del desfile. Una noticia triste que cayó como un jarro de agua fría sobre los cientos de espectadores que esperaban en la plaza con bastante antelación ante lo que significa una de las procesiones más queridas y más emblemáticas de la capital.
El mismo cofrade se encargó de invitar a los asistentes a acceder al interior del Paladio de Santa Cruz, donde se ha procedido al rezo de las XIV estaciones del Vía Crucis. Decenas de personas abarrotaron las dos galerías superiores del edificio renacentista, que en maximo silencio y respeto participaron de esta oración que debería haberse celebrado en el interior de la Catedral.
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El hermano mayor de la hermandad presidió el acto junto con el alcalde de Valladolid, Jesús Julio Carnero, y la primera teniente de alcalde, Irene Carvajal, además de otros concejales. También destacó la presencia de un nutrido grupo de profesores, alumnos de facultades de la Universidad de Valladolid y también residentes de los Colegios Mayores. Todos cubrían los cuatro lados del claustro del patio durante la oración presidida por el crucificado del Santísimo Cristo de la Luz aún desde sus andas que suban montadas en el zaguán de acceso al Palacio de Santa Cruz.
Este era el primero de los desfiles previstos para este día en la capital vallisoletana. Así, estaba previsto que el 'Santísimo Cristo de la Luz', una de las imágenes más sobrecogedoras del imaginero Gregorio Fernández (1630), saliera del Palacio Santa Cruz portado a hombros y alumbrado por su cofradía titular, la Hermandad Universitaria del Santísimo Cristo de la Luz.
Esta es uno de los desfiles procesionales más vistosos y emotivos ya que durante el recorrido, las puertas del edificio histórico de la Universidad se abren para rendir un sentido homenaje de los estudiantes a la Sagrada Imagen entonando el 'Gaudeamus Igitur', el himno universitario.
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