Vallladolid

La Semana Santa registrará este año cambios en catorce procesiones

Esta edición de la Semana de Pasión conllevará un total de catorce modificaciones de recorridos que afectan directamente a otras tantas cofradías, muchos cambios mínimos, del propio discurrir por calles paralelas para salvar alguna obra o para recuperar itinerarios anteriores. En algunos casos incluso son para recortar algunos metros el itinerario oficial porque a criterio de la cofradía en general y del grupo de cargadores de paso en particular se hacía demasiado larga. Es el caso de la Procesión de Amor y Misericordia del Cristo de Medinaceli que en la tarde del Domingo de Ramosacortará su vuelta desde la Catedral hasta su sede de San Martín por Portugalete. Un día más tarde, el Lunes Santo, el Rosario del Dolor evitará su regreso por Plaza Mayor para no ir en paralelo a las hermandades que inician su marcha y discurrirá desde Santiago por Constitución y Duque de la Victoria para bajar hacia Fuente Dorada y terminar en la Vera Cruz.

Respecto a la Peregrinación de la Promesa, en la noche del Martes Santo, hay que tener en cuenta el cambio de sede del Atado a la Columna, por lo que su salida cambiará desde este año del Monasterio de Santa Isabel de Hungría a la Iglesia de las Esclavas, variando así la ruta de la cofradía para ir a recoger a la Iglesia de la Vera Cruz el que es tanto el paso titular de este desfile como de la propia cofradía en el resto de sus salidas.

El Miércoles y Jueves Santo son los días que más cambios se producirán, tres y seis respectivamente. En los últimos meses las cofradías implicadas han mantenido reuniones porque si bien algunas modificaciones son prácticamente testimoniales, lo cierto es que otros cambios radicaban en cruces entre hermandades que motivaban tapones o la paralización de una e incluso de varias procesiones hasta el paso de la primera y así sucesivamente. En este sentido destaca la buena disposición de la Cofradía de las Siete Palabras que ha posibilitado el cambio más relevante: en su desfile titular del Cristo de las Mercedes que, para evitar el cruce como sucedía en los últimos años con la Penitencial de Jesús Nazareno a su regreso del Vía Crucis Procesional por Fuente Dorada, la primera, la Cofradía de las Siete Palabras, tras recorrer la Acera de San Francisco de la Plaza Mayor y Ferrari, girará hacia Teresa Gil para continuar por San Felipe Neri hasta la plaza del Salvador, donde el coro que acompaña a esta hermandad cantará una pieza de hermanamiento con la Unidad Parroquial del Salvador y Santiago, ésta última sede canónica de las Siete Palabras. Y desde aquí, por Castelar y Regalado se llegará a la Seo, donde se realizará un acto penitencial.

Esta modificación además de por las obras de la Casa Consistorial por la plaza de la Rinconada implicará que los nazarenos recuperen su vuelta al templo de Jesús por la Plaza Mayor. Más de una hora después, en esta misma área urbana, aparecerá la Cofradía de la Piedad con su procesión titular que también realizarán una celebración penitencial en la plaza del Salvador con dos cuestiones a subrayar: Siete Palabras y Piedad han pactado pasar en unos tiempos determinados para evitar parones. Por otro lado, la Piedad llegará hasta San Martín tras una leve modificación a través de San Felipe Neri, Teresa Gil y Regalado.

El Jueves Santo, por su parte, se concentran el mayor número de cambios del programa oficial con respecto al año pasado dado que son seis las procesiones afectadas: cuestión de logística y de hermandad en especial en los alrededores de la Catedral: en horario vespertino son las cofradías de la Preciosísima Sangre y de la Orden Franciscana Seglar-La Santa Cruz Desnuda. La primera regresa a la Iglesia de la Antigua después de un acto en el Palacio Arzobispal prácticamente en línea recta, lo que evitando la vuelta hacia Portugalete del año pasado esquivará el encontronazo con la Sagrada Cena y, por tanto, que ésta última se vea obligada a esperar. El cambio de los franciscanos, por su lado, afecta a su paso por las calles Reina y Correos, que en 2023 estaban ocupadas por el andamiaje de rehabilitación de un inmueble. Junto a esto, la llegada al casco histórico desde Las Delicias todavía está por confirmarse para la Cofradía de la Exaltación de la Cruz, como han indicado, que lo harán bien por el túnel de Labradores o bien por el nuevo de Panaderos.

Ya en horario más nocturno, también en Jueves Santo, la Procesión de la Amargura de Cristo de la Cofradía del Descendimiento variará ligeramente su ruta por la ocupación por obras de la plaza de la Rinconada y suspenderá sendos actos que realizaba en la Iglesia de Jesús y en San Benito. La Sagrada Cena, por su parte, es la cofradía que más variará su procesión titular como consecuencia de la decisión aprobada por la Penitencial de las Angustias por los cambios en la planta de procesión dado que desde este año además de los pasos de Jesús de la Esperanza y la Sagrada Cena también alumbrarán su titular mariana, la Virgen del Sagrario que, aunque fue bendecida en la Cuaresma del año pasado lo cierto es que en Semana Santa se estrena este año. Una imagen, además, como aclaran desde la hermandad, que representa el momento de la despedida de su Hijo en los últimos momentos previos a su Última Cena siendo una alegoría de la maternidad de María y su condición de primer Sagrario del Señor. En definitiva, este año no habrá el canto popular de la Salve en el pórtico de Angustias pero sí mantendrá sus actos de reflexión en el Palacio Arzobispal y en la antigua colegiata. Al final de esta jornada, la Procesión del Verum Corpus, también recupera la calle Reina y Correos en su camino hacia la Catedral.

El Viernes Santo, al amanecer, la Procesión del Vía Crucis de la Orden Franciscana Seglar recuperará su itinerario habitual por las calles de Magallanes y Reyes Católicos como consecuencia de las obras de urbanización de la vía que se prolongaron durante varios meses el año pasado. Ya en la tarde del Sábado Santo, por último, en el traslado de la imagen de la Santa Vera Cruz Coronada para el Ofrecimiento de los Dolores en la Catedral, accederán por Cascajares en vez de por Arribas.

Y hasta aprobar este programa, numerosas reuniones de las cofradías para intentar conciliar voluntades y necesidades con el objetivo de conseguir el menor número de cortes y parones posibles entre hermandades que no desluzcan en un momento dado la solemnidad de los desfiles si bien a esta circunstancia que las penitenciales han querido solventar el propio arzobispo de Valladolid, Luis Argüello, siempre ha preferido restarle importancia en tanto en cuanto significa la propia vivencia y espiritualidad de los naturales y visitantes con sus cofradías, el propio encuentro y hermandad de la Semana Santa. Aún con todo, escasamente dos semanas restan para el comienzo de las procesiones y las cofradías vallisoletanas están siempre alerta y pendientes en todo momento con inspecciones visuales para supervisar cableados, ramas de árbol, andamiajes, rebajes de bordillos, baches en el asfalto, carteles publicitarios que invaden las calzadas… Y siempre en estrecho contacto con la Policía Local.