![Santos aromas con esencia a Valladolid](https://s2.ppllstatics.com/elnortedecastilla/www/multimedia/2023/03/25/cofrade1-kpPF-U1901000207550nO-1200x840@El%20Norte.jpg)
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Es el aroma de la religiosidad popular de Valladolid: olor a incienso y a vela. Porque la Semana Santa de Valladolid es para disfrutarla, sentirla y entusiasmarse con los cinco sentidos. Pero la esencia que nos acerca al espíritu de nuestra herencia de siglos y evoca nuestro legado nos hace característicos. Y es en la identidad de la tierra nacida en los mismos pinares castellanos donde creció la sabia de nuestras maderas convertidas ahora en fe. Una convicción espiritual que desprende la misma alma de pino, también de cítricos junto a plantas tan propias como romero o rosas. El azahar y la canela tampoco faltan. Así es la esencia semanasantera, personalizada, combinada o adaptada, pero siempre con carácter propio.
Es el particular universo del incienso o, lo que es lo mismo, una preparación de resinas aromáticas vegetales a las que se añaden esencias y aceites de manera que al arder desprenda un humo fragante que sirve para purificar el ambiente como símbolo religioso. Y precisamente cada vez son más las cofradías vallisoletanas las que encargan y elaboran sus dosis de fragancia, color y densidad del humo, principales aspectos a tener en cuenta en el incienso, siendo proveedores sevillanos los que, en términos generales y mayoritarios, sirven a las hermandades aunque en algunos casos se sofistica artesanalmente con otros aderezos castellanos para conseguir una materia tan propia que hasta la propia combinación de ingredientes en la base principal son secreto. Secreto de cofradía.
Cuando procesionan los franciscanos en la ciudad huele a historia, arraigo y tradición fundacional de la Semana Santa. Porque cuando pasan sus pasos huele a Tierra Santa. Porque de Jerusalén procede el incienso más intenso de todos cuantos se utilizan en Valladolid para crear ambientes sagrados con una connotación más propia de aquel Gólgota. Así es la Orden Franciscana Seglar-Cofradía de la Santa Cruz Desnuda que desde la iglesia parroquial de la Inmaculada Concepción en el paseo de Zorrilla hasta la de Santa Isabel de Hungría en el entorno conventual de la ciudad y pasando por la Santa Iglesia Catedral deja su impronta con el incienso molido de 'Los tres reyes' –calidad especial– comprado en la antigua cerería El Salvador de Sevilla. Se trata de una combinación de vainilla, olíbano, mirra y benzoina, que es la base principal, y que también han escogido los cofrades de la Penitencial de las Angustias para crear su novedoso incienso tan genuino como su propia devoción: 'Virgen de los Cuchillos', cuya esencia también está hecha a base de romero, pétalos de rosa o cáscaras de naranja.
Son unos ingredientes que corresponden con el carácter de esta histórica penitencial, como explican los hermanos Víctor Arranz y Rodrigo Martín, que con su empeño convencieron a su directiva para encargarlo, aunque realmente la mezcla final se consiguió tras una especie de cata a ciegas entre seis variedades diferentes de incienso propuestas por la empresa hispalense Adolfo Fiances. Tal cual. Y tal es su fama que tantas peticiones han motivado que en lo tienen a la venta en la penitencial junto con el carboncillo y la chimenea para llevar a casa el olor a las calles vallisoletanas en Semana Santa.
La misma compañía también purifica a la Hermandad Universitaria del Santísimo Cristo de la Luz y sus salidas procesionales con un incienso basado en los colores de la cofradía con la base del Cristo de Burgos de Sevilla a petición del hermano y directivo Roberto del Cura, quien se muestra reservado para revelar los ingredientes de la fórmula empleada para purificar a naturales y visitantes en torno al Cristo de la Luz aunque sí ofrece una pista: azahar y resina, a la vez que aclara que la fórmula original está guardada en secreto en el archivo de Fiances.
La atmósfera creada alrededor de Nuestro Padre Jesús Nazareno desprende matices con olor a pino, aroma a Escuela Castellana, los mismos que utilizaban las maderas de los campos castellanos para conseguir sus magníficas obras escultóricas, junto con los ingredientes comunes de azahar y vainilla tal y como revela uno de sus ideólogos, Héctor Morante, quien ayudado por la pituitaria de José Luis Palencia también obtuvieron en Sevilla un extracto con tanto éxito que, de igual modo que sus penitenciales hermanas, les ha llevado a embolsarlo y comercializarlo en la mesa petitoria abierta en la misma iglesia de Jesús. De esta combinación que estrenan este año resulta un aroma penetrante con un olor fuerte y humo intenso, aspecto especialmente demandado por las cofradías para dejar rastro de su paso, de su paso procesional y de su discurrir por las calles de la ciudad.
Otro de los aromas característicos de estos días es al que muchos se refieren como 'olor a Pasión'. Es como una fragancia que prestigia, en este caso a la Cofradía de la Sagrada Pasión de Cristo, como considera alguno de sus cofrades. Un olor especialmente reconocido por muchos porque se mezcla a la perfección en el ambiente conventual de Valladolid dado que su sede canónica está en la iglesia del antiguo Monasterio de San Quirce y Santa Julita aunque es un olor que se extiende por todo el casco antiguo porque, en su Procesión de Regla de la noche del Jueves Santo utilizan cuatro incensarios, uno por cada paso que alumbran. Así lo constata su presidente, Luis Lázaro, quien explica que su penitencial fue la primera hermandad vallisoletana en personalizar su incienso realizado con base adquirida también en la capital hispalense que entremezclan con varios ingredientes entre los que sólo enumera los cítricos y la canela.
Más de compra directa, sin aditivos particulares aún eligiendo el incienso deseado entre un amplio y variado catálogo es la Cofradía de las Siete Palabras que su impronta en la calle también surge en El Salvador de Sevilla, lo que convierte a este proveedor en algo así como el aprovisionador oficial de inciensos de la Semana Santa de Valladolid. Aún con este matiz, tal y como evoca su alcalde-presidente, Pablo Ruiz Alejos, los alrededores del templo parroquial de Santiago, sede canónica de la hermandad, huelen específicamente a merced y humea en esta milla de oro comercial a confraternización concedida por incienso que abraza al Santísimo Cristo de las Mercedes en sus salidas: desde su procesión titular del Miércoles Santo hasta el Sermón de las Siete Palabras y la Procesión General el Viernes Santo.
La Cofradía Sacramental de la Sagrada Cena, como otras muchas, también cuidan su presencia y su hacer tanto en las calles como en sus cultos diferenciando así dos olores bien distintos: Ruan que es el incienso de cultos y Stella Maris que es el incienso usado en sus desfiles en torno a Jesús de la Esperanza y la Sagrada Cena. La Preciosísima Sangre, por ejemplo, también lo dispensa en su mesa petitoria.
Si el secreto está en la base, la impronta de purificar, aromatizar y santificar el camino está en los niños. En las nuevas generaciones de las cofradías de la mano del cuerpo de acólitos turiferarios, la gran alegría de las plantas procesionales por su entusiasta labor, que llevan un incensario, una naveta cargada con el incienso y una cesta donde guardan carboncillos y más recambios además del mechero. Así, aunque todo depende de cada hermandad, de media, en cada procesión se gasta alrededor de medio kilo de incienso que se distribuye en varios incensarios generalmente colocados estratégicamente delante de las andas o los pasos y en algunos casos en la misma cruz guía inicial.No obstante, con incienso personalizado o comprándolo de catálogo en el mismo suministrador, lo cierto es que su aroma llega a la calle según la destreza de los cofrades responsables del incensario, de si la fórmula aplicada está correctamente aplicada o de la atención que se ponga en aspectos tales como mantener la pastilla de carbón con la temperatura adecuada para que la combustión sea la perfecta. Así, en Valladolid, en Semana Santa el incienso y los incensarios también son un arte.
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Equipo de Pantallas, Oskar Belategui, Borja Crespo, Rosa Palo, Iker Cortés | Madrid, Boquerini, Carlos G. Fernández, Mikel Labastida y Leticia Aróstegui
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