
La Sagrada Cena recorre el centro con el momento álgido de la salve a las Angustias
Medio millar de hermanos han acompañado a los dos pasos que han procesionado esta tarde
La procesión de La Sagrada Cena ha recorrido las calles del centro de Valladolid, tras salir de la iglesia parroquial de San Pedro Apóstol, y alcanzar su momento álgido con la interpretación de la salve a Nuestra Señora de las Angustias, en la iglesia del mismo nombre, frente al Teatro Calderón. A las 19.00 horas ha partido con los pasos ‘Jesús de la Esperanza’ y ‘La Sagrada Cena’, obra ambos de Juan Guraya Urrutia, en 1946 y 1958, respectivamente, acompañados de su cofradía titular, formada por medio millar de hermanos que vestían túnica y capa de color crema, capirote de raso blanco brillante, muceta del mismo color y cíngulo de cordón trenzado de color amarillo dorado.
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Tras el canto de la salve popular, momento de emoción para muchos fieles, principalmente aquellos de creencia mariana, la procesión ha continuado por la Bajada de la Libertad, plaza Fuente Dorada, Ferrari, plaza Mayor, Lencería, Lonja, plaza del Ochavo, Platerías, Guadamacileros, Plaza de los Arces, San Antonio de Padua, Plaza de San Miguel, San Blas, Felipe II, plaza de San Pablo y Cadenas de San Gregorio, hasta la plaza de Federico Wattemberg, donde tuvo lugar un acto de reflexión sobre la institución de la Eucaristía.
Posteriormente, ha seguido por Cadenas de San Gregorio, Torrecilla, Santa Clara hasta la Iglesia Conventual de Santa Clara de Asís, donde se celebró un acto de oración. De ahí, por Real de Burgos, hasta la iglesia de la que salió.
La Cofradía Penitencial y Sacramental de la Sagrada Cena fue fundada el 21 de noviembre de 1940 por un reducido grupo de personas, a la cabeza de los cuales se situaba el reverendo Andrés Gamboa Murcia, quien buscó dotar a la Semana Santa de Valladolid de un nuevo paso que mostrara la institución de la Eucaristía.
Poco después de la creación de la Cofradía se convocó un concurso para la realización de su paso titular ‘La Sagrada Cena’, que fue adjudicado al escultor vasco Juan Guraya Urrutia, quien tardó 16 años en ejecutarlo. En ese periodo la Cofradía alumbró al paso ‘Camino del Calvario’, propiedad del Museo Nacional de Escultura y realizado por Gregorio Fernández en el año 1614.
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