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El frío arropó el vía crucis cuaresmal donde cofradías, asociaciones de fieles y numerosos vallisoletanos acompañaron a la Cofradía de la Sagrada Pasión en su ... tradicional jornada de oración a menos de un mes de la Semana Santa. La penitencial alumbra cada año a una de sus imágenes de devoción siendo en esta ocasión la de Nuestro Padre Jesús Flagelado (siglo XVII), que fue portada a hombros por los cofrades de la hermandad ataviados con traje oscuro.
El entorno conventual de la capital, el correspondiente al área parroquial de San Miguel y San Julián con San Nicolás de Bari, fue la zona por donde la cofradía fue desarrollando el rezo de las XIV estaciones del Vía Crucis y que a muchos les recordó la emotiva e intimista procesión del Sábado de Pasión organizada por esta misma penitencial y alumbrando, en esas ocasiones, al crucificado denominado Cristo de las Cinco Llagas. La solemnidad también presidió esta cita del sábado recuperando los rezos con la feligresía de las dos parroquias pero también con hermandades con sede canónica en ellas como La Oración del Huerto o El Descendimiento, en las primeras paradas.
La Piedad, Jesús Resucitado, Santo Sepulcro, Exaltación de la Cruz, Cristo de los Artilleros, Jesús Nazareno, la Orden Franciscana Seglar-Santa Cruz Desnuda, Cristo Despojado, Siete Palabras o Preciosísima Sangre además de Las Angustias y de la Santa Vera Cruz fueron el resto de las penitenciales que cubrieron las estaciones en vías tan procesionales y emblemáticas como Expósitos, San Ignacio, Encarnación o Santo Domingo de Guzmán.
Precisamente, en estas calles se congregó numeroso público ante la expectación generada por una celebración que año a año suma muchos seguidores más porque cada edición la imagen devocional que se porta a hombros suele acaparar mucha devoción de entre el rico tesoro patrimonial que custodia la Sagrada Pasión de Cristo. En esta ocasión, además, la imagen que alumbraron anoche también la procesionan en su procesión titular de la noche del Jueves Santo e incluso la prestan para formar parte del conjunto escultórico de La Flagelación que alumbra la Hermandad de Nuestro Padre Jesús Atado a la Columna durante la Procesión General del Viernes Santo.
Este Vía Crucis Cuaresmal permite que fieles y feligreses se entremezclen e incluso mimeticen entre las filas cofrades de la Sagrada Pasión consiguiendo la hermandad del entorno parroquial y la fraternidad con el resto de cofradías dada la participación de todas durante todo el recorrido. Fue uno de esos desfiles de acompañamiento durante el que muchísimas personas acompañaron a esta imagen de Jesús Flagelado durante todo el trayecto en unas calles repletas de historia vallisoletana y convertidas en escenarios de espiritualidad como la plaza de la Trinidad, el Palacio de Fabio Nelli, el Convento de Santa Isabel de Hungría y el aledaño de Santa Catalina de Siena. Y este año, con la singularidad, de compartir espacios con la Penitencial de la Vera Cruz que este domingo regresará a casa después del colapso de la cúpula de su templo el pasado año.
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