Multitudinaria Bajada del Ángel en Peñafiel

La niña, de 5 años de edad, no se amilanó ante los cientos de ojos clavados en ella, muy pendientes de su singular vuelo para retirar el luto a la Virgen de la Asunción, solemne acto que tuvo lugar en la plaza del Coso.

Con plena seguridad, tranquilidad y destreza, Julia realizó la Bajada de forma impecable, descendiendo hasta la imagen de la Virgen desde lo alto de la estructura por la que discurre el vuelo angelical, estructura formada por dos grandes torres y un mecanismo de cuerdas y poleas. Desde una de las dos torres que forman parte la citada estructura, Julia salió dentro de un globo blanco -que simboliza una nube- hasta que este, el globo, quedó situado en el medio de las dos torres -engalanadas para la ocasión-, sobre la perpendicular de la enlutada Virgen de la Asunción situada a sus pies. En ese punto se abrió el globo y apareció la niña, quien, tras decender ligeramente, liberó dos palomas que portaba y, acto seguido, continuó descendiendo hasta situarse encima de la imagen Virgen, a la altura justa para poder retirarla el velo negro que le cubría la cabeza, todo un símbolo del anuncio de la Resurrección de Cristo. Una vez aferrado el cendal de luto, Julia ascendió con él agitándolo y moviendo las piernas de manera vigorosa, mostrando así el alborozo y el contento por la buena nueva de la vuelta a la vida de Jesucristo.

Como explicaba la madre de Julia, Nuria Gutiérrez, minutos antes de que se pusiese en marcha la procesión que trasladó a la Virgen desde la iglesia de Santa María -en la plaza de España- hasta la plaza del Coso, «estamos muy contentos porque es algo único, algo que solo puedes vivir una vez en la vida. Estamos muy felices», reiteraba. Y también, tanto Nuria como José Luis, padre de la pequeña, tienen que estar muy orgullosos pues la niña realizó la Bajada de forma excepcional, siguiendo cada uno de los pasos y movimientos que conlleva el rito, realizándolos con naturalidad y plena seguridad. Los nervios quedaron atrás el sábado, con la celebración de la `probadilla´, como indicaba la madre. Este domingo la pequeña ha descansado y dormido completamente relajada y tranquila; «la hemos tenido que despertar esta mañana», señalaba Nuria.

El rito de la Bajada del Ángel se remonta y tiene su origen en los autos sacramentales. En la actualidad comienza con el traslado de la Virgen de la Asunción desde la Plaza de España hasta la del Coso, traslado procesional que este año ha organizado y realizado la Cofradía de la Pasión, cuyos cofrades portaron en andas a la Virgen. Concretamente, los cofrades que llevaron las andas fuero: Alfredo Martínez, Carlos Redondo, María del Mar Peña y Cristina Arranz, quienes, tras la Bajada, culminaron el ceremonial ante la puerta de la parroquia de San Miguel de Reoyo. Allí reaizaron varias genuflexiones con la Virgen, reverencias ante el Santísimo, ante la custodia que portaba Marcos Rebollo, sacerdote de la localidad, quien salió del templo de San Miguel a recibir a la Virgen de la Asunción bajo palio. Tras ello se celebró la eucaristía en San Miguel.

De esta forma concluyen diez intensas y emotivas jornadas donde las imágenes de la Pasión y Muerte de Jesucristo han procesionado por las calles de Peñafiel acompañadas por los numerosos cofrades que forman las cuatro hermandades penitenciales de la localidad, las cuales, además, pueden presumir de bandas, orquestas de muy alto nivel musical que han puesto brillo a la sobriedad de la Semana Santa de la villa del Duratón, días de Pasión que han atraído a muchos visitantes y cuya presencia se ha dejado sentir en el pueblo ribereño.