La Semana Santa de Valladolid es uno de los principales atractivos de la ciudad del Pisuerga. De hecho, fue declarada como fiesta de Interés Turístico Internacional en 1980. De todas las procesiones que llenan sus calles, hay diez que son las más emblemáticas de la ... ciudad. La procesión de las Palmas del Domingo de Ramos, la del Rosario del Dolor el Lunes Santo, la del Encuentro en la Calle de la Amargura del Martes Santo y la del Vía Crucis del Miércoles Santo.
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El Jueves Santo, la cita es doble con la procesión del Santísimo Cristo de la Luz y la de la Humildad y Penitencia. El Viernes Santo recorren las calles el Pregón y Sermón de las Siete Palabras y la procesión General de la Pasión del Redentor, en la que participan las 20 hermandades de la capital vallisoletana. El Sábado Santo lo protagoniza el Ofrecimiento de los Dolores y al Domingo de Resurrección la procesión de Jesús Resucitado.
Domingo de Ramos
La Procesión de la Borriquilla es una de las más tradicionales de la capital vallisoletana más si cabe por el encanto del bullicio y la algarabía infantil, que son los protagonistas de este día. Desde la salida al mediodía desde la Santa Iglesia Catedral hasta su paso por la Plaza Mayor constituyen una de las históricas procesiones hasta el punto de que en ella se alumbra el conjunto procesional más antiguo: la entrada de Jesús en Jerusalén, grupo escultórico de los denominados de papelón, porque está confeccionado a base de telas y papel encolado siendo de madera policromada solo las cabezas, manos y pies de todos los personajes que integran la escena. Su llegada a la calle de la Platería es como vivir el desfile procesional de los comienzos de esta tradición, hace más de cinco siglos, porque aunque participan las 20 hermandades de la ciudad lo cierto es que la titular es la Penitencial de la Vera Cruz, la más antigua.
Lunes Santo
Es la procesión más emblemática de Valladolid tanto en cuanto es un compendio de la Pasión y Muerte de Cristo recreada con los grupos escultóricos más sobresalientes de la Escuela Castellana y, más concretamente, salidos de la gubia de Gregorio Fernández y sus discípulos. La calle de la Platería vuelve a ser el epicentro de la Semana Santa con el discurrir de los pasos de La Oración del Huerto; Nuestro Padre Jesús Atado a la Columna; Ecce-Homo, Camino del Calvario, la Crucifixión y Nuestra Señora de los Dolores. Unos pasos que están alumbrados, respectivamente, por las hermandades de la Oración del Huerto, Jesús Atado a la Columna, Cristo de los Artilleros, Cristo Despojado, las Siete Palabras o la Santa Vera Cruz por espacios tan emblemáticos del casco histórico como la Plaza Mayor, Santa Ana y Atrio de Santiago y Fuente Dorada además de la calle de la Platería, principio y final.
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Martes Santo
Es la gran cita de los vallisoletanos para encontrarse con Cristo camino del Calvario y Nuestra Señora de las Angustias. Es un encuentro de cofrades y ciudadanos, de silencios y diferentes músicas que recrean a la perfección el encuentro del Hijo con la Madre en la calle de la Amargura que, más en concreto, sucede en la plaza de Santa Cruz tras llegar las hermandades titulares desde los templos de San Andrés Apóstol y Nuestra Señora de las Angustias respectivamente. La expectación y el bullicio es máximo durante todo el desfile porque congrega a miles de personas por todo el recorrido hasta llegar al Palacio de Santa Cruz, el primer ejemplo de la arquitectura renacentista en España promovido por el cardenal Mendoza y destacando otros hitos de la arquitectura local como el contiguo Colegio de San José-Jesuitas o el Colegio de Jesús y María Vedruna.
Miércoles Santo
Día morado vallisoletano. Jornada del Nazareno. La Iglesia Penitencial de Jesús abre sus puertas a las 20.30 horas para rezar con los vallisoletanos las XVI Estaciones del Vía Crucis, una oración que relata la Pasión y Muerte de Cristo en un recorrido único por la Plaza Mayor hasta la calle de la Platería, continuando hacia el Palacio Arzobispal y las Angustias de camino hacia todo el tramo asoportalado de Fuente Dorada, Ochavo, Corrillo y Cebadería antes de llegar a la Rinconada y Jesús. Los hermanos de la penitencial cargan a hombros a Nuestro Padre Jesús Nazareno y el Santísimo Cristo de la Agonía en este recorrido de silencio y oración que este año estará musicalizado por la Agrupación Musical de la Cofradía del Dulce Nombre de Jesús Nazareno de León. Uno de los momentos más sobresalientes de la procesión será en la cuarta estación cuando Jesús Nazareno se encuentro con la Virgen Dolorosa de la Vera Cruz en la Platería.
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Jueves Santo
Plaza de Santa Cruz, plaza de la Universidad, Portugalete o la Santa Iglesia Catedral. Estos son los hitos espirituales, emocionales y urbanísticos de esta procesión que es la más madrugadora de toda la Semana Santa de Valladolid y que bien merece seguirla desde su comienzo hasta su entrada: desde la salida milimétrica del crucificado de Gregorio Fernández desde la sede del Rectorado de a Universidad de Valladolid hasta el homenaje de los estudiantes universitarios a la sagrada imagen en el atrio de los leones de la UVa, el fuero universitario de acceso a la Facultad de Derecho, el discurrir por Arzobispo Gandásegui y Portugalete a la sombra de la emblemática iglesia de Santa María de la Antigua o el acceso pausado y emocionado a la Seo Metropolitana.
Viernes Santo
Los franciscanos sacan a las calles la encomienda de ora et labora: solemnidad y disciplina, trabajo y humildad pero sobre todo fe y tradición. La Orden Franciscana Seglar-Santa Cruz Desnuda saca desde la Iglesia de Santa Isabel de Hungría una planta procesional majestuosa que destaca por la mecida de sus tres pasos: Cristo Yacente, Nuestra Señora de la Soledad y Santa Cruz hasta la Santa Iglesia Catedral, donde se realiza una Estación de Penitencia. Es un desfile de detalles, para integrarse en el carácter local porque es el verdadero espíritu de la Semana Santa de Valladolid: penitencia con muchos silencios pero también con muchos momentos musicales gracias a las marchas interpretadas por la Banda Municipal de Medina del Campo. Su salida al atardecer significa que los franciscanos acariciarán también la noche vallisoletana, con sus luces y con sus sombras, con su particular encanto, con su religiosidad popular y con sus aspectos más mundanos dado que discurre por varias zonas de alterne, de ocio gastronómico, donde también muchos clientes a la par que espectadores esperan con impaciencia el paso de la procesión.
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Viernes Santo
Es la gran cita vallisoletana que anuncia la muerte de Cristo. Única y original que empieza a primera hora de la mañana con el tradicional Pregón del Sermón de las Siete Palabras, un recorrido a caballo de los cofrades-jinetes que empieza en el Palacio Arzobispal para dar lectura del anuncio del Sermón de las Siete Palabras, acontecimiento también genuino que se celebra al mediodía en la Plaza Mayor. Y este anuncio se realiza con un soneto compuesto este año por Enrique Gutiérrez Gutiérrez y se vocifera hasta por 13 puntos por toda la capital con la casi tenebrosa voz del cofrade Álvaro Gimeno. En cuanto a la lectura del Sermón de las Siete Palabras, por su parte, esta edición hará la proclama el arzobispo de la Diócesis de Valladolid, Luis Argüello. Y en ese lugar de la Plaza Mayor sobresale la puesta en escena con el tramo de la acera de San Francisco enlutado y donde se sitúan a la vez todos los conjuntos procesionales correspondientes con las últimas siete palabras que Cristo dijo desde la Cruz y que están presididas por el montaje de Cristo entre los ladrones con el Santísimo Cristo de las Mercedes de Pompeyo Leoni, uno de los crucificados más antiguos que procesionan estos días de Semana Santa por las calles vallisoletanas.
Viernes Santo
Las 20 hermandades de la capital vallisoletana participan en esta procesión que hace de la ciudad el gran museo al aire libre del mundo. Con principio y fin en la Iglesia de las Angustias, donde se canta la Salve Popular ante un devoto pueblo completamente entregado, discurre también por Fuente Dorada, Plaza Mayor, plaza de Zorrilla, plaza de España o los alrededores de la Catedral. Lugares emblemáticos de la ciudad que consiguen la combinación perfecta entre el arte arquitectónico, el arte cofrade y el arte religioso de los 33 grupos escultóricos que representan desde la Última Cena de Cristo hasta el dolor de la Madre. Se da la circunstancia que este desfile cumple este año su primer centenario después de la reorganización y el impulso del arzobispo Remigio Gandásegui y que permitió su configuración el 30 de marzo de 1923, un año después de lo previsto porque hubo que suspenderla porque llovió. Además cabe reseñar que es una procesión de muchos detalles por lo que un buen lugar para contemplarla es desde las gradas de la Plaza Mayor cuyas entradas están puestas a la venta online por la Junta de Cofradías de Semana Santa de Valladolid (https://jcssva.org).
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Sábado Santo
El Ofrecimiento de los Dolores de la Ciudad de Valladolid a Nuestra Señora de la Vera Cruz es otro de esos acontecimientos de ciudad de estos días de Semana Santa. Numerosos colectivos, instituciones y cofradías vallisoletanas realizan sus plegarias ante la Dolorosa de Valladolid mediante una ofrenda floral así como una glosa, que este año estará a cargo del sanitario y profesor José María Eiros, especialista en Microbiología y Parasitología, Catedrático de Microbiología en la Universidad de Valladolid. Se realiza en la Santa Iglesia Catedral por lo que se puede aprovechar esta jornada para ver la ciudad de Valladolid desde las alturas gracias al acceso a la torre de la Seo Metropolitana que incluye una visita guiada por el interior de la esbelta torre coronada por la imagen del Sagrado Corazón de Jesús y que en este 2023 cumple un siglo.
Domingo de Resurrección
La Procesión de Jesús Resucitado con la Virgen despide el ciclo procesional de Semana Santa con la presencia de todas las cofradías de la ciudad desde la Catedral que, por distintos caminos, llegan al centro de la Plaza Mayor donde se produce el encuentro de las imágenes de Jesús Resucitado y la Virgen de la Alegría frente a la fachada de la Casa Consistorial con la alegría y júbilo del arzobispo diocesano, Luis Argüello, quien también impartirá su bendición en un emplazamiento abarrotado de público y cofrades donde repentina sorprende la suelta de varias decenas de palomas blancas como símbolo de la Resurrección.
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