Levantá, arriar… Estos son algunos términos del diccionario jerezano que esta tarde se escucharon en el caminar del único paso llevado a costal de la Semana Santa de Valladolid y que atrajo a propios y extraños: los más puristas que contemplaron con mucha atención las chicotás (largas caminatas sin pausa que dan los costaleros) en tierras castellanas y los más aperturistas que ensalzaron el buen hacer de la Hermandad de Jesús de Medinaceli y el Discípulo Amado, heredera de la antigua cofradía de los periodistas.
Publicidad
Teniendo muy presentes a todos los fallecidos por la pandemia del coronavirus, como el propio capataz Santiago Capote vociferaba a los costaleros, partía la cofradía a las 19:30 horas con muchos aplausos y una maniobra muy arriesgada en la salida de la iglesia de San Martín que propiciaron varios gritos de sobresalto en el exterior, que solo quedaron en eso, tal y como iban ratificando las decenas de personas que siguieron el particular vaivén de este trono y, por ende, de imagen hiriente del Jesús de Medinaceli (Juan Antonio Blanco, 2012), una talla de vestir integrada en la ciudad. Va acompañada por un centurión romano (Ana Rey, 2022), que se estrenó ayer y es la primera de las figuras que irán completando la escena del futuro paso que represente la Sentencia de Jesús, iconografía inexistente hasta la fecha en la ciudad.
0,99€ primer mes
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.