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Están los armarios de miles de casas llenos con los hábitos, los cíngulos y capirotes que los cofrades vallisoletanos han tenido que dejar guardados (por segundo año)por culpa de la covid. Las medidas impuestas para frenar el virus han impedido que las hermandades ... salgan en procesión, limitado a un tercio los aforos de las iglesias y restringido los actos de calle, pero la devoción popular se ha palpado en un Jueves Santo de peregrinación entre iglesias (para visitar los pasos expuestos) y añoranza por lo que no pudo ser.
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Largas colas, larguísimas, enormes pudieron verse en la puerta de los templos. La fila de la Vera Cruz daba la vuelta y llegaba hasta mediada la calle Macías Picavea en torno a las 19:00 horas. La de Las Angustias se prolongaba hasta la calle Echegaray.En La Antigua ocupaba toda la explanada frente a la iglesia.También era de varios metros en Santiago, Jesús (hasta la Rinconada) o San Martín (donde tuvieron que colgar el cartel de aforo completo en su oración por los enfermos, a las 19:30 horas).
Y las colas obligaron también a una larga espera para acceder al Palacio Real, que exhibe una maqueta que replica la procesión general. La penitencia de este Jueves Santo fue la espera para entrar en las iglesias (había cofrades dispensando gel hidroalcohólico en muchas) y también para comprar helados (en la calle Santiago o Recoletos) y para entrar en los recintos de las ferias del libro antiguo y la de artesanía. Y junto a eso, las terrazas llenas. Hasta los topes en la catedral, Coca, La Antigua o la Plaza Mayor. Y las calles a rebosar en un Jueves Santo atípico, sin procesiones, pero con actos en las iglesias.
«Lo importante este año es la salud», resumía Roberto del Cura, vocal de protocolo de la cofradía universitaria del Santo Cristo de la Luz. Por la mañana, sus 580 cofrades tendrían que haber alumbrado a la talla de Gregorio Fernández en su camino desde Santa Cruz a la catedral, con la emotiva parada en la plaza de la Universidad para tributarle el 'Gaudeamos igitur'. El himno (con órgano y dulzaina) sí que pudo escucharse a mediodía en la seo, donde tuvo lugar una estación de penitencia del Cristo de la Luz, con una pequeña procesión por el interior del templo con cruz alzada y el libro de reglas de la hermandad.
La talla, sin salir a la calle, está expuesta estos días en Santa Cruz y cientos de vallisoletanos pasaron por allí para mostrarle su devoción. Las cofradías organizaron por la tarde actos de veneración pública. Así, la Cruz Desnuda convocó en Santa Isabel una velada penitencial de Humildad y Penitencia y la Preciosísima Sangre invitó a sumarse a las 20:00 horas, en La Antigua, a una cita de penitencia y caridad. A las diez, con el toque de queda, estarán vacías unas calles que esta madrugada tendrían que haber estado llena de cofrades.
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