Un canto a la (des) esperanza para las bandas cofrades con Señor Gañán

El objetivo del lanzamiento de 'Des esperanza' pasa por promocionar inicialmente el tema para después realizar «una gira por toda España con las 45 bandas participantes en las ciudades de cada una de ellas para recaudar fondos que ayuden a nuestra supervivencia», resume Julio Frechilla, quien lamenta que la situación actual impide por el momento «poner una fecha para que estos conciertos vean la luz».

La iniciativa surgió en Sevilla, donde reside el músico Pablo Gañán, con el fin de hacer una «llamada de auxilio ante la desesperante situación que viven miles de músicos», según relata el propio artista en el videoclip colgado en Youtube a finales de febrero, en el que se suceden imágenes de las bandas participantes, entre las que se encuentran, además de la banda de 'La Esperanza', la salmantina del 'Cristo Yacente' y la zamorana 'Ciudad de Zamora'.

La capital vallisoletana cuenta en la actualidad con once bandas vinculadas a la música de la Semana Santa, nueve de ellas de las propias cofradías y dos independientes, como es el caso de agrupación de La Esperanza, especializada en instrumentos de viento, metal y percusión y que fue fundada hace seis años. «Participamos en las procesiones del lunes y el martes santos acompañando al Atado a la columna y a Las Angustias, aunque en el último año solo hemos dado un concierto en octubre en Alcalá», explica su presidente, quien aclara que los músicos, pese a todo, mantienen sus ensayos cuando las restricciones de la pandemia lo permiten.

«El mayor peligro es que se descuelguen los músicos, ya que no somos profesionales como tal, aunque sí tenemos gente que procede de conservatorios, bandas de cofradías y músicos en formación», apunta Julio Frechilla, quien concreta que para ello mantienen sus ensayos semanales y se han cambiado a una nave más amplia del polígono de La Mora con el fin de «poder garantizar las medidas de seguridad entre nosotros y mantener viva la banda durante estos meses».

Así que, entre varios parones, ahora han retomado la actividad en unas instalaciones de cuatrocientos metros cuadrados en las que eso sí, se juntan en grupos por instrumentos en distintos días de la semana. «Ojalá podamos volver a tocar y ojalá podamos acompañar a Señor Gañán», suspira.