La rueda desinflada que alteró el orden de los Pasos
Cuando se disponían a salir en procesión, los cofrades de San Marcos se dieron cuenta de que una de las ruedas de la carroza que transporta al Santo Cristo no tenía aire
Quienes conocen a fondo la Procesión de los Pasos, el relato que el orden de las imágenes trata de hilar a propósito de la Pasión de Jesucristo, se dieron cuenta enseguida: entre el Santo Cristo de la Cruz del Mercado y el Santo Cristo en su Última Palabra faltaba el de San Marcos. Si por la mañana, los cofrades de San Marcos habían subido la imagen a la Catedral, primero en vía crucis y después en procesión... ¿Qué estaba pasando?
En ese momento, en el interior de la Catedral todo eran nervios. Cuando fueron a arrancar, quienes empujan y conducen la carroza que porta la talla de este Cristo del siglo XVII vieron que algo fallaba, que una de las ruedas traseras estaba demasiado baja, que no tenía aire. ¿Estaba pinchada? Si por la mañana no había dado problemas... ¿Se habría pinchado durante el recorrido? La procesión seguía su curso, pero la carroza no iba. Decepcionados, asumieron que sería imposible participar en el desfile, pero finalmente se decidió dejar la opción de salir en último lugar, detrás de la Dolorosa de Santa Eulalia. Mientras tanto, alguien fue a la gasolinera a comprar un 'spray' que reparara momentáneamente el pinchazo. Se hizo lo imposible y finalmente se comprobó que la rueda no estaba pinchada, sino que había perdido aire, el suficiente para no poder rodar. Se infló de nuevo y el Santo Cristo de San Marcos pudo salir en procesión. En último lugar, pero salió.
«Se pasaron muchos nervios, lógicamente, pero todo salió bien. Llegamos a pensar en no participar y descender después directamente por la Calle Real. Afortunadamente, se pudo arreglar a tiempo y el Cristo salió en procesión», señala la presidenta de la Cofradía del Santo Cristo de San Marcos, Alicia Marqués. Los 160 cofrades que acompañan la talla llegaron más tarde al barrio, sobre las tres de la madrugada, pero el esfuerzo valió la pena. Tenían muchas ganas de tomar parte en la procesión más emblemática de la Semana Santa, después de dos años en blanco a causa de la pandemia. «No sabíamos cuál era el problema. Nos extrañaba todo mucho, por cuanto habíamos subido por la mañana a la Catedral sin problema alguno. La carroza estaba perfectamente. Después se comprobó que la rueda se había quedado sin aire. Con inflarla otra vez bastó. No hizo falta aplicarle el 'spray' reparador. Bueno, son cosas que pasan».
El temor de los organizadores era que el contratiempo rompiera el relato de la Pasión que traza el orden de la Procesión de los Pasos. Primero desfilan los crucificados y después las dolorosas y los yacentes. El Cristo de San Marcos, un crucificado, tiene su lugar asignado en la quinta posición del desfile. Al final salió de la Catedral en último lugar, cerrando el cortejo, pero la Procesión de los Pasos lució con esplendor, en una noche de Viernes Santo que los cofrades tardarán en olvidar.
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