Pasión por la Borriquilla en toda la provincia

Las caras de los niños fueron un reflejo perfecto de los sentimientos con los que muchos segovianos viven la Semana Santa. En algunos rostros se pudo ver la ilusión de participar en una procesión por primera vez, mientras que en otros los ojos y el ceño fruncido daban muestra de la seriedad y la concentración con la que se viven estos días. Así, y con multitud de turistas que se encontraron con la procesión en su visita al centro de Segovia, el paso de La Borriquilla fuera un auténtico baño de multitudes.

Se cumplió la tradición y el Domingo de Ramos comenzó con la Bendición de Palmas y ramos en la iglesia de San Miguel por parte del obispo de Segovia, César Franco. Acto seguido, y ya en la Catedral de Segovia, el prelado ofició la eucaristía del Domingo de Ramos para que a continuación se produjera una de las salidas procesionales más entrañables de la Semana Santa. En esta ocasión lo hizo con varias novedades, como el estreno de una Plaza Mayor engalanada con cubrevallas con el escudo de Segovia. También fue la primera ocasión en la que se utilizaron las gradas instaladas frente al Ayuntamiento, el nuevo lugar de paso de las procesiones de Semana Santa por una plaza que ya no contaba con ningún elemento de la exposición de Tesla.

Por su parte, las calles de Cuéllar se llenaron con la salida del paso de La Borriquilla portada en hombros por los niños que se preparan para su confirmación desde la iglesia del convento de La Concepción hasta los paseos de San Francisco, donde el párroco de la localidad, Alberto Espinosa, realizó una oración, para después pasar al acto de bendición de los ramos y la lectura del Evangelio.

Acto seguido comenzó la procesión, en la que participaron representantes de las cofradías locales con sus estandartes, además de decenas de niños acompañados de sus catequistas, la Banda Municipal de Música de Cuéllar, la Banda de Cornetas y Tambores de la cofradía Nuestro Padre Jesús Nazareno y un gran número de vecinos de la villa que también portaron sus ramos.

Desde los Paseos partió nuevamente la procesión hasta la iglesia de San Migue. La comitiva llegó hasta la Plaza Mayor, donde ya esperaban decenas de personas para introducir la imagen en el templo, donde tuvo lugar una eucaristía en la que el templo se llenó de fieles.