El fervor por el Santísimo Cristo de la Salud se ha tenido que resguardar de las inclemencias meteorológicas. Mejor prevenir que exponer la imagen al mal de la lluvia, han pensado los responsables del vía crucis que, si el tiempo lo hubiera bendecido, habría recorrido ... en la tarde-noche de este Lunes Santo, las calles del barrio de Nueva Segovia. Así que, por precaución ante los chaparrones que han caído a lo largo de la jornada, los feligreses han vivido el paso por las estaciones a cubierto, en el interior de la parroquia de La Resurrección.
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El presidente de la Junta de Cofradías de Semana Santa de Segovia, Víctor García, temía ya por la mañana que las previsión de mal tiempo cumpliera la amenaza y obligara a reestructurar el programa. Las agrupaciones aplicarán sus protocolos de actuación para proteger su patrimonio y los actos procesionales frente al peligro de las precipitaciones en forma de agua y hasta de la posibilidad de que nieve, además de las fuertes rachas de viento que también pronostica la Agencia Estatal de Meteorología.
La cofradía de La Flagelación del Señor y la feligresía de la parroquia de La Resurrección, que cuenta con una comunidad de unos 700 hermanos, ha sido la primera damnificada de la Semana Santa de la ciudad tras la celebración de las primeras procesiones. Vecinos y feligreses de todas las edades han llenado la iglesia y han participado en el viacrucis con velas encendidas y abrigados por el recogimiento entre muros.
El Santísimo Cristo de la Salud, perteneciente a la imaginería de la escuela de Olot, ha presidido las estaciones 'recorridas' por la iglesia y oficiadas por el párroco. La imagen ha sido cuidadosamente depositada sobre las escaleras a los pies del altar.
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Asimismo, los componentes de la Banda de Tambores y Cornetas titular de la cofradía de la Flagelación han hecho los honores musicales del viacrucis interior. Colocados al fondo del templo, los asistentes que ocupaban los bancos se giraban cada vez que los instrumentos resonaban con la solemnidad de siempre.
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En la mañana de este Lunes Santo, la Catedral ha acogido al presbiterio de la Diócesis de Segovia en la celebración de la misa crismal. El prelado César Franco, acompañado por el obispo emérito, Ángel Rubio, ha presidido la eucaristía en la que se han bendecido el Santo Crisma (de ahí su nombre) y los sagrados óleos de catecúmenos y enfermos. Durante la homilía, Franco ha asegurado que la misa crismal «manifiesta el desbordamiento de la gracia que se nos hace visibles en los signos sagrados de los santos óleos y el crisma».
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Además, los en torno a cien sacerdotes de la diócesis, los dos seminaristas mayores y el diácono han renovado, durante este acto litúrgico, las promesas que realizaron al comenzar su ministerio sacerdotal.
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