Secciones
Servicios
Destacamos
El Miércoles Santo amaneció fresco, aunque la temperatura fue remontando a medida que transcurría el día. Lo que estaba claro es que no habría fenómenos meteorológicos adversos y que las tres citas que la Semana Santa de Segovia tenía marcadas en el calendario discurrirían sin problema alguno.
La primera era el vía crucis penitencial que la Junta de Cofradías, Hermandades y Feligresías de la Semana Santa de Segovia organiza todos los Miércoles Santo a la caída de la tarde en el recinto de la Huerta de los Padres Carmelitas. Una riada de fieles volvieron a llenar el paraje para participar en la oración y disfrutar, al mismo tiempo, de las bellas panorámicas que la ciudad arroja desde el huerto, en esta ocasión con la luna llena como testigo.
El vía crucis penitencial ascendió por la escarpada ladera que circunda el convento de los carmelitas, hasta el lugar donde oraba san Juan de la Cruz, cuyos restos descansan en una de las capillas de la iglesia. Varios devotos portaron en andas la imagen del Cristo de la Buena Muerte, una talla anonima del siglo XVII. Como todos los años, el obispo de Segovia, César Franco, abría el cortejo, iluminado con la luz de las velas que llevaban los fieles.
Noticia Relacionada
Se trata de uno de los momentos con más encanto y misticismo de la Semana Santa de Segovia. Cientos de personas, devotas o no, participan de la magia de uno de los actos que mejor reflejan ese simbiosis perfecta entre la religiosidad popular y la monumentalidad de la Ciudad Patrimonio de que disfruta Segovia por estas fechas. La panorámica de la ciudad mientras anochece y el protagonismo de la Catedral y el Alcázar hacen el resto. Concluido el vía crucis, la cercana explanada de San Marcos acogió, como viene siendo costumbre, la interpretación del Silencio del Tambor, organizada por la Cofradía del Santo Cristo de San Marcos en colaboración con el resto de bandas de Segovia.
Paralelamente al vía crucis de la Huerta de los Carmelitas, empezaba en el barrio de San José la procesión de Nuestro Padre Jesús Cautivo, organizada por la Cofradía de Nuestra Señora de la Piedad, que desplegó un recorrido algo más largo que en años anteriores a través de las calles Berlín, Francisco Giner de los Ríos, Tomasa de la Iglesia, Mónaco, París Dublín, Pinares Llanos, Cotera de León, Pinar de Valsaín, Estocolmo y Atenas, por lo que abarcó tanto el barrio de San José como el de Comunidad de Ciudad y Tierra de Segovia.
Los cofrades de La Piedad estrenaron el trono del Cautivo después de la restauración al que ha sido sometido. También lució la imagen realizada en 2015 por Juan Manuel Montañés nueva túnica, potencias y escapulario. El objetivo de la Cofradía de La Piedad es poder llegar algún día con esta imagen hasta la Catedral.
El Miércoles Santo tuvo una tercera cita en el barrio de San Andrés: el vía crucis y la procesión del Santo Cristo de la Paciencia, organizados por la Feligresía de San Andrés. Las obras de reurbanización de la calle Daoiz obligaron a modificar el recorrido, que se internó de lleno en el barrio de la Judería, dando lugar a estampas hasta ahora inéditas en la Semana Santa segoviana.
El cortejo con la imagen del Santo Cristo de la Paciencia, otra talla anónima del siglo XVII, partió de la plaza de la Merced, bajó por Desamparados, Vallejo y Pozuelo, para llegar a las puertas del Alcázar a través de la calle Velarde (en sentido contrario a los últimos años). Después, por la Ronda de Don Juan II llegó a la plazuela del Socorro, donde se celebró un emotivo acto ante la imagen de la Virgen del Socorro, situada en la capilla del balconcillo de la Puerta de San Andrés.
Inmediatamente después, los fieles ascendieron por las escalares de la calle Judería Nueva al son de las marchas compuestas en exclusiva por los directores musicales de la banda El Cirineo. Tanto la plaza del Socorro como la calle más representativa de la antigua Alhama segoviana lucían imponentes en la oscuridad de la noche, alumbradas por las más de 500 velas instaladas en las fachadas de las casas gracias a la colaboración de la empresa Ambientair Aromas. Llegado a Almuzara y Doctor Castelo, el cortejo enfiló Marqués del Arco para terminar en la misma plaza de la Merced.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Mikel Labastida y Leticia Aróstegui (diseño)
Óscar Beltrán de Otálora y Gonzalo de las Heras
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.