Borrar
Consulta la portada de El Norte de Castilla
Un momento de la escenificación de la Pasión, en San José. Antonio de Torre
El fervor se impone a la amenaza de lluvia

El fervor se impone a la amenaza de lluvia

La Semana Santa empieza en Segovia con dos procesiones y dos vía crucis que los fieles disfrutaron en una noche desapacible

Carlos Álvaro

Segovia

Viernes, 11 de abril 2025

A pesar de la amenaza de lluvia que planeó durante la mayor parte del día, el fervor religioso, la devoción de los fieles y el respeto por las tradiciones se impusieron anoche en las calles de Segovia en el comienzo de los principales actos de Semana Santa.

Un emotivo vía crucis organizado por la Real Cofradía de la Santa y Venerable Esclavitud y Feligresía de El Salvador recorrió las calles de este barrio segoviano. En él desfilaron dos imágenes muy veneradas: el Santo Cristo de los Gascones, una talla anónima datada entre los siglos XI y XII, y la Soledad Dolorosa, conocida como la Virgen de los Sastres. El recorrido tuvo su punto de partida y llegada en la iglesia de San Justo y Pastor. La imagen del Cristo, desprovista de su urna, avanzó acompañada por el sonido grave y envolvente de la banda de cornetas y tambores titular de la cofradía. Al concluir el acto, los presentes entonaron el Himno al Cristo de los Gascones, momento que refuerza el vínculo espiritual de los fieles con esta joya del románico.

La ciudad era a esa hora un mosaico de fe. En el barrio de San José, la Cofradía de Nuestra Señora de la Piedad volvía a sorprender con su vía crucis escenificado, representación que año tras año congrega a cientos de vecinos. La oración, que comenzó y concluyó en la iglesia de San José Obrero, recreó momentos clave de la Pasión en los puntos acostumbrados: la Última Cena en la plaza de San José; la oración en el huerto en el Parque Infantil de Tráfico; el juicio ante Pilatos en la calle París; la primera caía de Jesús en la calle Dublín; la Verónica y la segunda caída en la calle Pinares Llanos; la tercera caída y el conmovedor abrazo con la Virgen en la carretera de Valdevilla, y, finalmente, la crucifixión y el descendimiento en el parque de la Crucifixión. La escenificación culminó con la representación de la Piedad y la Resurrección, acompañada por la banda de cornetas y tambores de la cofradía. El vía crucis de San José, cargado de simbolismo, destaca por la participación activa del vecindario, que en esta ocasión no ha dudado en desafiar las nubes grises para acompañar el recorrido.

La Virgen de las Angustias delante de la Catedral. Antonio Tanarro

Paralelamente, otro punto de la ciudad vibraba con devoción. La Cofradía de Nuestro Señor Jesús con la Cruz a Cuestas y María Santísima de las Angustias, de la Asociación de Exalumnos Maristas (Ademar), organizó la procesión de Nuestra Señora María Santísima de las Angustias, acompañada del rezo del Vía Matris. El acto comenzó con la tradicional despedida de la Virgen por la Comunidad de Madres Clarisas en el convento del Corpus Christi, momento íntimo que marcó el tono de la procesión. La imagen, una obra de la escuela de Juan de Juni del siglo XVI, recorrió las estaciones del Vía Matris en puntos emblemáticos como la Catedral, el antiguo colegio de las Jesuitinas, el Arco del Socorro, el antiguo convento de Sancti Spiritus y el colegio Maristas, donde terminó el desfile. La solemnidad del recorrido, unida al respeto de los fieles que acompañaron en silencio, señala la importancia que ha adquirido ya esta advocación mariana en la Semana Santa segoviana.

En el barrio de San Marcos, la Procesión de las Tres Caídas añadió otro capítulo a la intensa jornada. La imagen del Santo Cristo de San Marcos, anónima del siglo XVII, fue la protagonista de un recorrido que partió con algo de retraso desde la parroquia del mismo nombre y transitó por la alameda de la Fuencisla. Las tres caídas de Cristo se rezaron ante la parroquia, frente al convento de los Carmelitas y en el santuario de la Fuencisla. Al final, los fieles participaron en la veneración de la imagen, acto que cerró la procesión en medio de un profundo recogimiento. La atmósfera en San Marcos, rodeada de la belleza natural del entorno, reforzó el carácter introspectivo de la celebración.

Para esta tarde, a las ocho, está prevista la procesión del Cristo de la Buena Muerte, que tendrá lugar entre los conventos de San José y de los Carmelitas Descalzos.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

elnortedecastilla El fervor se impone a la amenaza de lluvia