La Junta autoriza el juego de las chapas en siete locales de la provincia

Bares y restaurantes de la provincia de Segovia ultiman los preparativos, entre ellos el de dar la máxima difusión entre sus clientes, para la celebración del tradicional juego de las chapas, que tiene lugar en Castilla y León coincidiendo con la Semana Santa. La Junta de Castilla y León ha concedido un total de 145 licencias del juego, siete de ellas en Segovia. Las provincias con mayor número de autorizaciones en establecimientos han sido León y Valladolid, con 43 cada una, seguidas de Palencia, con 35; Zamora, con 10, y Burgos y Segovia, con 7 en ambos casos. En el caso de esta provincia, el número de licencias ha descendido ligeramente respecto al año pasado, cuando se concedieron nueve.

Este juego popular está regulado desde el año 2002, después de que el Gobierno regional asumiera legalmente su práctica social desde hacía décadas. Entre las seis de la comunidad en las que se juega, la provincia de Segovia es una de las que menos autorizaciones recibe por parte de la Consejería de Presidencia. Dueños de bares, restaurantes, cafeterías, e incluso hostales son los que preferentemente solicitan autorización para realizar el juego de las chapas, que aunque se puede celebrar todo el año, es durante la madrugada del Jueves Santo y Viernes Santo cuando mayor afluencia de público congrega en los establecimientos.

El hecho de que sea el Gobierno regional el encargado de conceder los permisos obedece a lo recogido en la ley del Juego y Apuestas de Castilla y León, consecuencia de tener asumidas competencias en esta materia, y las relativas a casinos. Entre las localidades de la provincia que celebran este juego, que tiene a dos monedas isabelinas como principal elemento que determina la suerte, están Cuéllar, Ayllón, Bernardos, Carbonero el Mayor, Navalmanzano y Sacramenia.

La normativa establece que cualquier persona o empresa puede convertirse en promotor del juego de las chapas, pero se precisa que la petición sea conjunta, es decir, por una parte el dueño del local y, por otra, el baratero, o persona que se convierte en organizador del juego, cobrador del dinero de la apuesta y pagador del premio que corresponda.

La Administración regional exige que ninguno de ellos tenga antecedentes penales y, si el juego se celebra dentro de un establecimiento cerrado, éste deberá de cumplir con la normativa vigente en materia de horarios e higiene. En este sentido, está prohibido fumar durante las partidas desde enero del 2011, año en el que entró en vigor en toda España la Ley Antitabaco. Además de estos requisitos, para poder contar con la autorización, los solicitantes deben de abonar una tasa de 31,73 euros, que este año es el mismo importe que desde hace tres ejercicios. La Junta recuerda además que todos los locales autorizados deberán de disponer de hojas de reclamación.

Desafío

El desarrollo del juego consiste en que un apostante, de manera voluntaria, reta a los demás jugadores presentes en el corro a que las dos monedas, llamadas perras, que lanza al aire quedan en posición de caras o lises, según le convenga. Cuando el juego es al aire libre, no se podrá obstaculizar con el paso de personas o vehículos. A su vez, no se podrá formar un corro a menos de cien metros de un centro educativo, y solo podrá realizarse durante las horas de luz natural.

En el caso de que el juego se desarrolle en un local cerrado deberá ser un establecimiento autorizado como de pública concurrencia, y la sala donde se lleve a cabo deberá tener de ancho y largo, como mínimo, el doble del diámetro del círculo trazado para su desarrollo. El juego se desarrollará durante las horas de apertura que permita la actividad, y se permiten varios corros en un mismo establecimiento, si cada uno se juega en salas diferentes.

Tanto el desarrollo del juego al aire libre como el de un local cerrado estarán controlados por el personal autorizado de la administración autonómica. El Decreto 9/2002, de 17 de enero, indica que la adquisición de la condición de empresa de Juego de Castilla y León del gestor o baratero y, en su caso, del organizador así como de su correspondiente inscripción en el registro de Juegos y Apuestas de Castilla y León, durante todos o alguno de los días en que está permitida su práctica tendrá carácter temporal y estará implícita con la expedición de la correspondiente autorización administrativa. La organización, la gestión y el desarrollo del juego de las chapas requieren la previa autorización administrativa de la Junta de Castilla y León en cada provincia.

El Gobierno autonómico entrega, junto con la autorización administrativa, tres hojas de reclamaciones por ejemplar para su libre disposición en el corro por los jugadores que quieran mostrar sus quejas o reclamaciones. El organizador estará obligado, en caso de concurrir alguna queja, a entregar dos de los ejemplares al jugador interesado; este enviará uno de forma inmediata a la Delegación Territorial correspondiente que concedió la autorización de práctica del juego y será la encargada de resolver la reclamación como máximo en tres meses.