El Perdón se hace fe y verdad en el indulto al preso

No todo el público se congregaba en el centro de la ciudad al paso del Despojado. El barrio de Prosperidad no quiso perderse la procesión de su hermandad, la del Cristo del Perdón del Monasterio de las Madres Bernardas, y el acto que oficializó el indulto al preso que solicitó la hermandad, concedido el pasado Viernes de Dolores por el Consejo de Ministros. Así, sobre las 19:00 horas el Cristo de Bernardo Pérez de Robles hizo su salida desde el Monasterio en el que reside todo el año. Hablamos de una joya de la imaginería salmantina que sigue en riesgo de perderse, pues su propiedad corresponde a las Madres Bernardas, que abandonaron su casa de Salamanca hace un par de años por la falta de vocaciones y que aún no han decidido si se llevarán consigo al Cristo a otro convento.

Pero ayer no se pensaba en esa posibilidad en la procesión, que subió con agilidad el Camino de las Aguas, hasta llegar al atrio del Museo del Comercio, donde tuvo lugar el acto del Perdón . Ofició como maestro de ceremonias el concejal de Cultura, Julio López Revuelta, quien recordó que la tarde del Domingo de Ramos ya es momento de penitencia y reflexión, pasada la alegría de la mañana.

También participó el hermano mayor de la Hermandad Franciscana, José Manuel Ferreira Cunquero, y se contó con la presencia del alcalde, Alfonso Fernández Mañueco, y del subdelegado del Gobierno, Antonio Andrés, además del director de la cárcel de Topas, José Luis Castejón, y del presidente de la Junta de Semana Santa, José Cornejo, y de la directiva de las hermandades filiales de Agonía y Perdón. Tras las firmas y el acto simbólico de liberación del preso, condenado por tráfico de drogas en 2016, la procesión continuó hacia el parque de los Jesuitas.