La Vera Cruz adora la reliquia del 'Lignum Crucis' en San Pablo

Y así, los cofrades se cobijaron en la iglesia conventual de San Pablo, dando forma a uno de esos planes alternativos que la junta de gobierno de la Vera Cruz había preparado ante los desfavorables pronósticos del tiempo.

Resguardados en su sede los pasos, los hermanos de la Vera Cruz desfilaron finalmente en una pequeña procesión hasta la cercana iglesia de San Pablo, con la reliquia de la verdadera cruz de Cristo, el Lignum Crucis, protegido en un relicario de oro portado por el abad de los dominicos. Ya en el templo, el superior del convento animó a los fieles que llenaban la iglesia a orar como lo hizo Jesús en el Huerto de los Olivos y pidió también un minuto de silencio y oración por los difuntos, que él mismo materializó postrado de rodillas ante la reliquia de la Vera Cruz, en una capilla aneja al altar mayor de San Pablo.

El oficio religioso contó con el acompañamiento musical de la Banda de la Vera Cruz y también con el de una soprano que interpretó el Ave María.