Velilla proyecta un paraíso natural en la Montaña Palentina

Situado en gran parte su suelo en el Parque Natural Montaña Palentina, Velilla es un destino donde cualquiera puede encontrar una actividad que llevar a cabo con la que disfrutar, ya sean pequeños o mayores. Rutas por la naturaleza, infraestructuras hídricas, rutas temáticas y buena comida son parte de la oferta turística de este municipio, anteriormente minero.

Entre las rutas naturales que cualquier visitante puede disfrutar en el municipio, destaca la de la cascada de Mazobre que, incluyendo la visita al refugio del Espigüete, tiene un recorrido de 6,77 kilómetros, un desnivel de 320 metros y una dificultad técnica fácil, con una pequeña subida al principio, pero con un camino perfectamente practicable y con una gran variedad de flora durante todo el recorrido que lleva hasta la cascada. Es una zona apta para los deportes de alta montaña, donde los experimentados montañeros inician o culminan su ascensión al conocido pico de más de dos mil metros de altitud.

La cascada de Mazobre tiene unas grandes dimensiones, pudiendo apreciarlo a 500 metros de distancia.

Otra ruta bastante sencilla y más cercana a Velilla es la del pinar autóctono de Velilla, uno de los pocos pinares silvestres que existen y que se puede visitar con una senda circular en la que se pueden disfrutar de ejemplares asombrosos y únicos, como lo es el «Pino Enroscado». Una ruta de 3,45 kilómetros con un desnivel de 184 metros que se desarrolla en su mayoría a la sombra y que, además, permite algunas visitas espectaculares, como la del embalse de Compuerto.

Y hablando de naturaleza, otro ejemplar singular de árbol se encuentra en la ruta al «RoblóLan» del Monasterio, situado a 1.550 metros de altitud y, si bien presenta una dificultad moderada, el desnivel es algo inferior, con 274 metros.

Otras rutas con mucha menos dificultad son la senda de los pescadores, que discurre junto al río Carrión, entre Velilla y el poblado de Compuerto o la del Ratoncito Pérez, un recorrido por el pueblo de Velilla que está muy enfocado a las familias y a los más pequeños y que, en la actualidad, es uno de los mayores reclamos turísticos de la localidad, junto a las Fuentes Tamáricas, el emblema velillense por excelencia y que concentra la atención de buena parte del turismo.

La última atracción en incorporarse al listado de visitables de la localidad minera, es el mirador del Castrillo, situado en Otero de Guardo y que es conocido comúnmente como «el mirador del Oso», por el imponente oso que lo preside.

Pero ante cualquiera de estas actividades, el visitante puede pensar en las posibilidades para comer y reponer fuerzas. Velilla no se queda atrás en ese aspecto y dispone de una amplia oferta gastronómica a lo largo y ancho de todo el municipio, con una variada carta entre todos los establecimientos. También se dispone de una amplia oferta de alojamiento en el municipio, con todo tipo de categorías y, además, a la espera de que comience la rehabilitación energética del hotel municipal que pueda convertirle en un alojamiento de referencia.

Hostal-Bar-Cafetería «Stop», Hostal Restaurante «Casa Mauro», Hostal-Restaurante «El Abuelo», Hostal «Camporredondo», Residencia Rural «Tía» Goya», «Orquídea Café»-comidas y cafetería, Bar «La Reana» – hamburguesería, «La Cañada» y «La Tabla Redonda», además de varias casas rurales, completan esta oferta hotelera, hostelera y de restauración del municipio, para reponer fuerzas ya sea comiendo o descansando.

Aunque no es un pueblo muy enfocado en la semana santa, Velilla sí que tiene dos actos que centran la salida de pasos a las calles a hombros de sus vecinos.

El primero de ellos es la procesión «de las velas» en la noche del sábado santo y la procesión de «El Encuentro» el domingo de resurrección.

Por otra parte, también se han programado diversos talleres el jueves y viernes santo y, además, un homenaje a la canción española por Nati Ortega el sábado y una obra de teatro para el domingo.

Sin duda, una oferta para todos los públicos, mayores y pequeños, amantes de la naturaleza, de la tranquilidad y del respiro para disfrutar de la Montaña Palentina y de la bonanza de sus gentes en un entorno privilegiado.

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