La Semana Santa se despide con la procesión del Rompimiento del Velo

La climatología no ha impedido esta vez la salida de la última procesión de la Semana Santa palentina. La cofradía de la Santa Vera Cruz organizó este último desfile, en el que la imagen de Jesús está representado por el Santísimo. La procesión ha estado dividida en cuatro partes. La primera formada pos dos desfiles paralelos. El primero de ellos con salida de la cofradía organizadora con la imagen de la Virgen del Rompimiento, una talla anónima de 1929 que desfila en andas cargada por cofrades con el rostro tapado por el capillo negro de la Vera Cruz.

El segundo desfile es el que reúne al resto de las hermandades, que arropan al Santísimo, que salió bajo el palio de la iglesia de San Pablo. El encuentreo de las dos procesiones se produjo en la Plaza Mayor. En pocos minutos se desarrolló la ceremonia en la que los niños despojaron del velo y el manto a la Virgen. El descubrimiento del velo se produce en un momento fugaz, sin ningún aviso previo. Sin embargo, todas las miradas conducen a esta escena. La Virgen se queda al descubierto, una Virgen con las manos en posición de oración y mirando al Santísimo, a su hijo resucitado.

Los cofrades que llegaban a la Plaza Mayor con el rostro tapado, especialmente las mujeres, también dejaban su cara al descubierto, mientras se colocaba a la Virgen la corona que había llevado una manola con mantilla blanca y procedieron de nuevo a subir la talla a los hombros.

El paso de la Virgen del Rompimiento, a hombrios de los hermanos de la Vera Cruz, se acercó al Santísimo para escenificar una reverencia, tras la cual cofrades y público rompieron el silencio con un aplauso de celebración que pone el punto y final a la Semana Santa de Palencia.