La Piedad de Palencia completa el tiempo de preparación espiritual

Calles repletas y capillas abiertas. Las imágenes ornamentadas resplandecían en sus carrozas y fieles y curiosos se acercaban a las puertas para contemplar todos los detalles.

Y era aquí cuando comenzaba a notarse que algo era diferente. Nada más superar el umbral, hacían acto de presencia los protocolos covid, el gel hidroalcohólico, el control de acceso, el aforo limitado, la distancia y por supuesto la imposibilidad de recrearse con los detalles.

Pero aun con todo, el reguero de personas que se adentraron en aquellas capillas de cofradías que estaban abiertas fue continuo. Destacó la iglesia de San Agustín, en la Calle Mayor, sede canónica de la Hermandad Franciscana de la Piedad, que dedicó la jornada a la veneración pública de su talla titular.

Y los cambios con respecto a años anteriores volvieron a apreciarse claramente al caer la tarde, cuando ya no pudo verse desfilar por las calles de Palencia la imagen de la Virgen en la procesión de Piedad y Reconciliación.

Como el resto de cofradías, los hermanos de la Piedad, ante la prohibición de los desfiles penitenciales, optó por organizar un acto religioso en el interior del templo, que, debido a las restricciones sanitarias, únicamente pudo ser contemplado por los propios cofrades, ya que el aforo permitido se sitúa en torno a las 55 personas.

Sin embargo, el acto sí pudo ser seguido por los fieles a través de las retransmisiones en Youtube del canal Semana Santa Palencia TV, que ha organizado este año la Hermandad de Cofradías.

Así, el acto de Piedad y Reconciliación, sirvió como en años anteriores, para ofrecer a los fieles un momento de preparación espiritual, con la que afrontar los duros días de la semana de Pasión. Se celebró un acto dedicado a la liturgia de la Palabra, similar al que se hace durante las procesiones en las diferentes parroquias a las que se llega en el Sábado de Pasión. Sin embargo, no se pudo organizar el acto de confesión comunitaria.