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Baltanás ha vivido este Domingo de Resurrección una jornada muy especial con la Procesión del Encuentro. Centenares de fieles se congregaron para presenciar esta procesión, ... que en esta ocasión se celebró en el interior del templo a causa de la lluvia. Una de las notas más características es el encuentro que se produce entre la Madre Dolorosa y el Niño de Pascua, siendo uno de los pocos pueblos de España que mantiene esta tradición.
Los niños de la Cofradía del Nazareno son los encargados de portar a hombros la imagen del Niño, restaurado por la citada cofradía en el año 2002. Esta talla, del siglo XVIII, es muy querida por todos los baltanasiegos debido a su originalidad. Actualmente, se encuentra en el Museo del Cerrato Castellano y ha estado en diversas exposiciones de arte sacro. El Niño de Pascua simboliza la relación que existe entre la Resurrección de Cristo y la vida nueva, la vida eterna, la inocencia, la pureza del alma triunfante de Jesús. Es también la idea de renacer, el triunfo de la vida sobre la muerte y el pecado. Además, en este día gozoso los hermanos del Nazareno portaron la Cruz procesional, que presidió el acto, y que contó con el redoble de tambores de la Banda de la Cofradía Nazareno hasta la entrada en el templo. «Para los niños y jóvenes es uno de los días más especiales, en el que rebosa la alegría de la Resurrección. Todos esperan impacientes su turno para cargar la imagen del Niño de Pascua», destacó Marta Camino Curiel, miembro de la junta de gobierno de la Cofradía del Nazareno.
La talla del Niño de Pascua porta en la mano izquierda una cruz de plata con el escudo de la Cofradía y el banderín del Resucitado, mientras que con la mano derecha bendice a todos los fieles.
Continuando con la tradición del apadrinamiento que este año llega a su duodécima edición, los hermanos elegidos fueron Plasentino Manchón Muñoz y María Encarnación Frías Frías, por su entrega generosa y colaboración en favor de la Cofradía. Por este motivo, la Cofradía les obsequió con una placa conmemorativa del acto. «Pretendemos que este sencillo acto sirva para reconocer la labor de los diversos cofrades y sea un medio para renovar la ilusión de todos los hermanos», destacó María José Valdés, tesorera de la cofradía nazarena.
La idea es mantener este acto cada año y que los hermanos se vayan pasando el testigo. Además, los padrinos obsequiaron a todos los niños y jóvenes de la Cofradía con la mona de Pascua y otros dulces. Los padrinos agradecieron el detalle y mostraron su compromiso de seguir colaborando con la Cofradía y con las diversas actividades que se llevan a cabo. Otro emotivo acto fue el homenaje póstumo realizado a la memoria de Adeli Ibáñez López, hermana de la cofradía fallecida recientemente, y que colaboró en numerosas labores llevadas a cabo por los Nazarenos, como el estandarte de los difuntos y varias puntillas para las sabanillas de los pasos.
Por su parte, Miguel Lobo Carretón, párroco de la localidad, agradeció públicamente el trabajo y la colaboración de los diversos fieles, así como de las cofradías y hermandades. «Os doy las gracias por vuestro apoyo en cada una de las actividades realizadas y os animo a que sigamos trabajando juntos para que la Semana Santa y la vida parroquial sea muy fructífera para todos», señaló Lobo al finalizar la eucaristía, que estuvo amenizada por el Coro Parroquial.
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