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Dura jornada la del Viernes Santo para los Nazarenos de Palencia. Ninguna de sus dos procesiones más queridas pudo salir a la calle. Durante la madrugada, el desfile de Silencio y Penitencia, que recorre a oscuras las calles más próximas a la Catedral, representando las ... caídas del camino al Calvario, no pudo celebrarse por la intensidad de la lluvia. Debía salir a la 1:00 de la madrugada y a esa hora arreciaba con fuerza, por lo que la junta de gobierno de los Nazarenos acordó suspender el desfile penitencial y celebrar un pequeño oficio religioso en el interior de su capilla, en el que se escenificaron las caídas.
Tras esta decepción, los hermanos Nazarenos volvían a tener otra oportunidad durante la mañana del Viernes Santo, pero la lluvia persistía en frustar sus plantes y también se decició cancelar la procesión, aunque en esta ocasión, los cofrades se negaron a mantener sus pasos titulares a buen recaudo dentro de la capilla, por lo que se animaron a cargarlos a hombros para celebrar un pequeño acto de encuentro en la misma plaza de San Pablo, ante las puertas de su sede.
Así, no hubo recorrido por las calles de Palencia, pero los palentinos pudieron disfrutar de la plasticidad de Nuestro Padre Jesús Nazareno, conocido cariñosamente como 'el Abuelo; Jesús Nazareno con el Cirinero y la Virgen de la Amargura.
Las tres tallas salieron a la plaza y celebraron el acto de despedida y la oración por los difuntos, a pesar de que no paró de lloviznar en todo momento, con lo que las imágenes quedaron totalmente mojadas.
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