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Con los pasos del Cristo de la Vera Cruz y de la Señora del Dolor a hombros, los cofrades de la Vera Cruz volvieron en la tarde de ayer a ascender hasta lo alto del cerro del Otero para celebrar una de las estampas ... más singulares y bellas de la Semana Santa de Palencia, el encuentro entre ambas imágenes a los pies del majestuoso Cristo del Otero en el atardecer del Domingo de Ramos.
El Santo Rosario del Dolor presenta además otros momentos llamativos, como el paso de la procesión por el subterráneo para vehículos que permite cruzar al otro lado de las vías del tren en dirección hacia la avenida de Santander, para después avanzar hacia el popular barrio del Cristo, que se recorre prácticamente entero para realizar ladura subida al Otero con la carga a hombros de las dos imágenes.
Se reduce en esta procesión esa amplia combinación multicolor que se puede apreciar durante la mañana del Domingo de Ramos, puesto que el número de cofrades participantes es muy inferior, especialmente porque la presencia de niños es mínima en este duro desfile penitencial, gélido en la tardenoche de ayer y que se alargó más de cinco horas
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