Luis Antonio Curiel
Baltanás
Sábado, 8 de abril 2023, 17:01
La mañana del Sábado Santo se ha vivido con profundo recogimiento en Baltanás, mediante el acto de contemplación ante la Madre Dolorosa y el Cristo yacente, organizado por la Cofradía Penitencial y Sacramental de Nuestro Padre Jesús Nazareno y Santo Sepulcro. Lo más emotivo de ... esta meditación fue la veneración al Cristo yacente apoyado sobre los pies de la Virgen Dolorosa.
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Además, los baltanasiegos han tenido la oportunidad de colaborar con las familias más necesitadas de la provincia y de los afectados por los terremotos de Turquía y Siria mediante una campaña de recogida de alimentos y otros productos de primera necesidad. También se vendieron libros a favor de la Asociación Española Contra el Cáncer y otros productos para Manos Unidas. Por la noche, está prevista la gran Vigilia Pascual, con la bendición del fuego, el agua y la renovación de las promesas bautismales.
Los actos del Viernes Santo comenzaron con el tradicional Vía Crucis organizado por la Cofradía de la Santa Vera Cruz y Cristo de Balaguer. Los cofrades y devotos portaron una pesada Cruz penitencial por las calles de la localidad. Por la tarde, se celebró la Pasión del Señor, con la adoración al Santo Cristo de la Salud.
La Procesión del Silencio y la Luz se celebró con profundo recogimiento, en la que desfilaron el Cristo de Balaguer (siglo XIII), Cristo de la Salud (siglo XVI),) Santo Cristo de la Esperanza (siglo XVI), Cruz Desnuda (siglo XVI), Santa Elena (siglo XVI), Cruz de Espejos (siglo XVI), Santo Sepulcro (siglo XVI) y la Dolorosa (siglo XVII). El emotivo canto de la Salve en el atrio con la imagen de la Virgen Dolorosa y el Santo Sepulcro cerró los actos del Viernes Santo.
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El Jueves Santo, Baltanás celebró la Cena del Señor y la posterior procesión por las calles de la localidad. Abrió el desfile el Ecce Homo (siglo XVI), seguido de Nuestro Padre Jesús Nazareno (siglo XVI), el Cristo de la Esperanza y la Cruz Desnuda.
A continuación, desfiló el Cristo de la Salud y el Cristo de Balaguer seguido de la Dolorosa, que cerró la procesión que contó con cientos de cofrades y fieles, algunos llegados desde Palencia, como los hermanos de la Soledad. Las distintas bandas de música de las cofradías y el coro parroquial acompañaron durante el recorrido procesional, que duró alrededor de una hora en la que el tiempo hizo de perfecto aliado. Por la noche, se celebró la Hora Santa.
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Ya en la noche del Miércoles Santo, se celebró el Vía Crucis del Silencio, que este año ha llegado a su vigésima tercera edición. El Vía Crucis se realizó por un entorno tan especial como el Barrio de Bodegas. En el acto desfiló el Cristo de la Esperanza (siglo XVI) y la Cruz Desnuda (siglo XVI). Este acto penitencial es uno de los más característicos de Baltanás, pues se realiza desde el año 2001 como tradición recuperada por la cofradía nazarena con más de dos siglos de antigüedad. Un lugar especialmente emblemático que desde 2015 cuenta con la declaración de Bien de Interés Cultural en la categoría de conjunto etnológico.
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