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Cerrado al público, con los cofrades del Santo Sepulcro y unos pocos invitados y con un máximo de cincuenta personas de aforo. En estas circunstancias ha tenido que organizarse este año la Función del Descendimiento, uno de esos emotivos momentos que se ha convertido en todo un referente de la Semana Santa de Palencia y que todos los años congrega a miles de personas en la plaza de la Inmaculada, ante las puertas de la Catedral.
Sin embargo, en esta ocasión, no solo se ha tenido que prescindir del público, sino que también se ha tenido que buscar otro emplazamiento, dado que la Inmaculada es demasiado espaciosa como para que pueda acotarse, dado que la autorización de actos al aire libre, debido a las restricciones por la pandemia, estaba condicionada a que se tratase de un lugar que pudiese cerrarse por completo para que no se produjesen aglomeraciones de personas.
Y así fue. Con unas altas vallas, cubiertas por una malla oscura, de tal forma que no pudiese contemplarse nada de lo que ocurría el interior, los cofrades del Sepulcro dieron forma en la plaza de San Francisco a la Función del Descendimiento, con el desenclavo de la imagen del Cristo y su traslado yacente hasta el sepulcro. La lluvia, que se había convertido en una amenaza para todo el día, según las predicciones meteorológicas, respetó también este atípico Viernes Santo, ya que las primeras gotas coincidieron justo con el Cristo ya dentro de la iglesia.
Mientras, el resto de los palentinos ha podido contemplarlo a través del canal de Youtube Semana Santa Palencia, de la Hermandad de Cofradías Penitenciales, que está emitiendo los momentos más relevantes de toda la Pasión palentina.
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