
Ver 33 fotos
Secciones
Servicios
Destacamos
Ver 33 fotos
Ha salido contra todo pronóstico, porque después de los dos días anteriores, pocos esperaban llegar a un Domingo de Ramos de esos que invitan a ... dejar el abrigo en casa. Porque al final, hacía calor, y muchos de los cofrades, que iban bien abrigados debajo de las túnicas, no lo pasaron especialmente bien en los últimos momentos de la procesión. A pie quieto en la calle Lope de Vega y el sol azotando con ganas.
Porque la verdad sea dicha, la mañana se levantó cubierta, con más amagos de lluvia que de sol, lo que hizo que desde primeras horas los cofrades del Sepulcro permanecieran con el alma en vilo, pendientes en todo momento, por un lado del cielo y por el otro de las aplicaciones meteorológicas del teléfono móvil. Y, al fin, llegadas las diez de la mañana se decidió salir, por lo menos, con el objetivo inicial de llegar hasta la Catedral y participar en la eucaristía presidida por el obispo, Mikel Garciandía.
De esta manera, tomaba la salida en la calle Lope de Vega el paso de La Borriquilla en torno a las diez y cuarto de la mañana. Un pequeño cortejo de cofrades y representantes institucionales, a los que abría paso la Banda de la Misericordia, enfilaba por Valentín Calderón y Barrio y Mier en dirección a la Catedral. Y así, la denominada procesión litúrgica podía al menos mantener viva la tradición del Domingo de Ramos. Poco después, los hermanos del Sepulcro volvía a encaminarse hacia la Catedral, esta vez, como escoltas de medio centenar de niños, pertenecientes a diferentes colegios de la capital, que habían decidido inscribirse para acompañar al paso de La Borriquilla en su recorrido por el centro de Palencia.
El programa iba cumpliéndose, pero no estaba todavía claro que pudiese formarse la gran procesión la Entrada de Jesús en Jerusalén. La misa se adelantaba incluso un cuarto de hora en la Catedral para que los cofrades pudiesen decidir tranquilos si finalmente al mediodía se daba comienzo al desfile. Y así fue. Ante la evidente mejora del tiempo, se optó por celebrar la procesión, aunque con todas las prevenciones, por lo que se planificó un recorrido mucho más corto del habitual para así minimizar los riesgos.
Noticia relacionada
Este cambio despistó a muchos de los palentinos que esperaban en las calles para disfrutar del colorido desfile del Domingo de Ramos, uno de los pocos en el que los penitentes salen destapadados, con lo que el ambiente es muchos más distendido que en el resto de las procesiones. Porque al haberse recortado el recorrido, se eliminaron de la ecuación algunas de las calles habituales de gran concentración de personas, como Don Sancho, Burgos o la plaza de San Lázaro. Esto provocó además que la procesión finalizase con una hora de adelanto sobre el horario previsto.
Así, poco después de la una de la tarde alcanzaba la calle Lope de Vega el paso de La Borriquilla, en donde era recibida por el resto del as cofradías, que hacían cimbrear sus palmas para dar la bienvenida a Jesús. Este acto, uno de los más atractivos de la Semana Santa de Palencia en los últimos años quedó de esta forma deslucido, puesto que tuvo que realizarse de forma encajonada en la estrecha calle Lope de Vega, de donde decidió hace unos pocos años trasladarlo hasta la Plaza Mayor para darle un mayor realce. Pero este domingo tampoco ha habido encuentro de todas las hermandades en la Plaza Mayor, sino que al ir alcanzando las proximidades de la capilla del Sepulcro, en Lope de Vega, las cofradías han ido encontrando hueco a lo largo de la calle para esperar la llegada de La Borriquilla.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Recomendaciones para ti
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.