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Tres pequeños policías con motos de juguete dirigían la procesión infantil que este viernes por la mañana protagonizó las calles del centro de la capital. Unos 250 alumnos del colegio Divino Maestro, desde primero de Infantil hasta cuarto de la ESO, partieron desde la confradía del Santo Sepulcro, ordenados y con nerviosismo, tras la banda de música, también del centro educativo, que llevaba el ritmo de la procesión.
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Ataviados con sus trajes azules de cofrades, que las familias y los profesores cosieron cuando comenzó esta tradición, hace ya diez años, aunque el primer año los trajes fueron de plástico, y con el capirote de cartulina naranja «por higiene», desfilaron los cuatro pasos con orgullo y ante la mirada de paseantes y alumnos de otros colegios que se acercaron a disfrutar de este pistoletazo de salida de la Semana Santa de Palencia.
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Para que todo saliese a la prefección, los ensayos en el propio Divino Maestro comenzaron hace semanas, mientras que esta procesión también ha protagonizado unidades didácticas de los alumnos. Como novedad de este año, desde la dirección del colegio se decidió acercar esta procesión a los mayores, por lo que se procesionó, con un pequeño grupo representativo, en la residencia San Bernabé de la capital, algo que «entuasiasmó a los usuarios».
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