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El prendimiento suscita gran interés en Palencia

El prendimiento suscita gran interés en Palencia

El ritual del acto de la detención de Jesús varía ligeramente para ganar en solemnidad y recogimiento

fernando caballero

Miércoles, 12 de abril 2017, 00:06

Este es la cuarta Semana Santa que la iglesia de San Miguel acoge el acto del prendimiento después de muchos años en la catedral desde 1991 a 2013, y las cofradías organizadoras, Jesús de Medinaceli que estrenaron en la parte izquierda de su capa su distintivo bordado y Jesús Nazareno, se esfuerzan por mejorar el ritual. Este Martes Santo se ha producido una novedad importante. Cuando la talla titular salió por la puerta del Cid, la Banda Municipal de Música interpretó el Himno de Jesús de Medinaceli desde el interior del templo, cuando hasta ahora los músicos se encontraban ubicados en el exterior. Este cambio ha permitido escuchar la música de una manera más íntima, lo que ha dotado al momento de una mayor solemnidad y recogimiento. La carroza con esta pequeña talla del siglo XVII, que se venera en esta iglesia, permaneció en un principio asomada a la puerta abierta y no salió al exterior hasta la mitad del himno.

Este pequeño cambio ha dado más intimidad al prendimiento, una procesión que se dejó de celebrar en 1955 y que fue recuperada por la cofradía de Jesús de Medinaceli en 1988, un año después de que la penitencial a la que está dedicada comenzara a desfilar en la Semana Santa palentina.

Miles de personas siguieron el acto en los entornos de San Miguel, muchos de ellos través de una pantalla de circuito cerrado. También variaron los narradores del prendimiento. El párroco de San Miguel, Donato Gómez, estuvo acompañado por los periodistas Domingo Pérez y Raúl Fernández Casero.

Los tres leyeron el relato evangélico de la captura de Jesús a través del beso de Judas, el apóstol que le traicionó. Los oradores resaltaron que de episodio de los Evangelios la soledad «Las crisis importantes se pasan solas. La vida y la muerte se juegan en soledad», se escuchó. También hubo un deseo para que desaparezca el hambre en el mundo, «aunque siempre llegamos tarde», para conseguir la paz «siempre llegamos tarde»; «queremos levantar al que está hundido en la soledad, la enfermedad, paro, llegamos siempre tarde», se lamentaron.

Pocos segundos faltaban para que Judas diera la señal. «Aquel a quien yo besare, ese es. Prendedle». Momento en el que los tres golpes de la vara y el sonido del tararú escenificaron el prendimiento: se abrió la puerta de la iglesia y comenzó a sonar el Himno de Medinaceli con la Banda Municipal en el interior del templo. Cuando la carroza salió, se colocaron a los pies de Jesús los grilletes que simbolizan la cautividad.

Finalizado este acto, arrancó la procesión, que abrieron los nazarenos con la cruz guía, a los que siguió la Hermandad del Santísimo Cristo de la Misericordia con la banda de cornetas y tambores para continuar con el resto de cofradías, todas ellas con una presencia discreta de cofrades Jesús de la Sentencia, Virgen de la Piedad, Jesús Crucificado, Virgen de la Soledad, Santo Sepulcro, Vera Cruz, la Cofradía de Jesús Nazareno y Santo Sepulcro de Baltanás como invitada, para terminar con las dos organizadoras. Primero desfilaron los nazarenos con el paso de 'La traición de Judas, que lucía la iluminación que se ha incorporado a los medallones que representan las catorce estaciones del Vía Crucis, en una carroza que realizó el pintor Víctor Núñez para la Orden Tercera Franciscana y que compró la cofradía de Jesús de Medinaceli primero para su imagen titular y luego para el paso de Judas, adquirido en 2005 y cuyo autor es Carlos Guerra del Moral, de Úbeda (Jaén). El paso está formado por las figuras de Jesús y Judas tapado parcialmente el rostro con un velo.

La procesión la cerró la archicofradía de Jesús de Medinaceli, que portaba su imagen titular y estaba arropada por el sacerdote, un grupo de penitentes, la Banda Municipal de Música, los representantes institucionales y los de las cofradías, y terminó en la capilla de los nazarenos, a cuyo interior entró el paso titular para despedirse de Nuestro Padre Jesús Nazareno con el Cirineo.

Finalizado este acto, Jesús de Medinaceli regresó a San Miguel, arropado por las penitenciales del Cristo de la Misericordia, Jesús de la Sentencia y Virgen de la Piedad. El titular fue despedido con un Padre Nuestro y la Marcha Real interpretada por la agrupación musical de la Hermandad del Cristo de la Misericordia.

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