![Una Semana Santa de grandeza y solemnidad](https://s2.ppllstatics.com/elnortedecastilla/www/pre2017/multimedia/noticias/201603/18/media/cortadas/Imagen%20pr%2012_xoptimizadax--575x323.jpg)
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Asun García
Viernes, 18 de marzo 2016, 11:52
«Mis primeros recuerdos de la Semana Santa se remontan a los ejercicios espirituales que nosotros, los entonces alumnos del instituto Jorge Manrique el viejo, que dicen ahora teníamos que realizar en la iglesia de Nuestra Señora de la Calle, La Compañía, como preparación para los días tan señalados». Así evocó el comisario de la Policía Nacional, Julián Cuadrado, la Semana Santa de su infancia ante la multitud de asistentes al pregón, que pronunció ayer en la iglesia de San Pablo. Representantes de las cofradías y del resto de ámbitos religiosos, de las instituciones y de la vida social y cultural escucharon la intervención, en la que el pregonero destacó los valores religiosos de la celebración, sin olvidar el carácter social y la estética de la Semana Santa palentina, de la que dijo que «no tenemos nada que envidiar a las celebraciones de otras capitales o pueblos, y tenemos argumentos más que suficientes para su internacionalidad».
Sin cine y sin baile
Julián Cuadrado dibujó aquella Semana Santa de los sesenta, cuando él tenía ocho o diez años, como de «estricto y riguroso contenido religioso», a través de los ejercicios espirituales que el sacerdote impartía desde el púlpito. «Todavía tengo en la memoria la sensación de las consecuencias del pecado», reconoció.
El alcalde de Palencia, Alfonso Polanco, afirmó ayer que la declaración de Interés Turístico Internacional de la Semana Santa de Palencia «debe ser para todos y cada uno de nosotros un impulso continuo y una renovación constante en el compromiso personal con la riqueza común». El alcalde, que intervino ayer en el acto de apertura oficial de la celebración, tras el pregón de Julián Cuadrado, indicó que «quizá no ha sido fácil que los palentinos asuman que tienen una gran Semana Santa. Quizá lograrlo por completo nos lleve más tiempo aún».
Polanco subrayó que «nuestra Semana Santa es rica como pocas, no solo por la calidad de sus obras, sino también por su aroma de sencillez y sobriedad». Animó, además, a los palentinos a estar orgullos de las tradiciones, e indicó que han sido las tradiciones en torno a la Semana Santa las que han configurado la celebración tal como se desarrolla actualmente.
El alcalde propuso adentrarse en la Semana Santa de cualquiera de las dos formas en que se puede vivir esta celebración. De un lado, desde la contemplación de los pasos, «desde el silencio más atronador y desde la música más cautivadora». Por otro lado, desde la participación activa, «desde el esfuerzo de la carga pesada y reconfortante, desde la constancia del paso pausado de la fila procesional desde la penitencia».
De una u otra forma, Polanco invitó a los palentinos a no quedarse al margen y apeló a «la necesaria implicación personal»
Era una Semana Santa de color morado, el de las telas con que se cubrían las imágenes de las iglesias, con los cines cerrados, sin bailes, y sin música en los bares. Únicamente la religiosa que emitían las emisoras de radio, «no teníamos televisión, era un privilegio reservado a unos pocos», indicó el pregonero, que detalló cómo las madres preparaban las túnicas, y sus primeras participaciones en los desfiles del Cristo de la Misericordia, una de las cofradías a la que pertenecía su padre. La otra era de la Santo Sepulcro, de la que fue secretario, al igual que su hermano. Julián Cuadrado tuvo un recuerdo para ambos, y más adelante incidió en destacar la Semana Santa como patrimonio de todos los palentinos y como legado de las generaciones pasadas.
El pregonero hizo después un recorrido por la Semana Santa «por su grandeza, solemnidad, austeridad, serenidad y virtudes», a través de cada una de las procesiones, desde la de este Viernes de Dolores, hasta la del rompimiento del velo, con el Monumento al Cofrade, situado a la entrada de la propia iglesia conventual, como punto de partida.
Religiosidad popular
El comisario de la Policía Nacional se recreó luego en el aspecto religioso de la celebración, «la semana más importante para todos los cristianos», y recordó que, en concreto, la Pascua, es de las primeras festividades que se comenzaron a celebrar en el cristianismo.
Cuadrado describió la significación de la entrada de Jesús en Jerusalén el Domingo de Ramos montado en un borrico, así como los acontecimientos destacados que compendia el Jueves Santo: la eucaristía, la institución sacerdotal y el Día del Amor Fraterno.
Para el pregonero, la religiosidad popular queda perfectamente reflejada en la Semana Santa, «unos días que marcan, para muchos cristianos, la permanencia de sus creencias religiosas, vividas junto a su pueblo, su familia, sus gentes».
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