¡Al toque del 'tararú'!

La Semana Santa de Palencia se caracteriza por el lastimero sonido de una larga trompeta que llama al silencio y al recogimiento. El 'tararú' del instrumento, alargado por los 'trompeteros' hasta donde los pulmones aguantan, se ha convertido en uno de los símbolos de las procesiones y también en Oficio de Tinieblas de la noche del miércoles al Jueves Santo, así como en la llamada de hermanos de la madrugada del viernes santo. El toque ha dado nombre a quienes procesionan, conocidos en Palencia como 'tararuses'.

Un cofrade de la Vera Cruz palentina, Emilio Cabezas, ha interpretado para El Norte de Castilla el toque más lastimero de las próximas horas de la ciudad. Su lamento ha durado 19 segundos porque él es aún uno de los principiantes, los 'trompeteros' más veteranos, esos que ya tienen muchos años de soplar este instrumento, son capaces de alargar el sonido mucho más allá, hasta donde las fuerzas y el sacrificio acompañan.